Boris Johnson dice que «no lamentará» la muerte del iraní Soleimaní

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo este domingo que el Reino Unido «no lamentará» la muerte del comandante iraní Qasem Soleimaní, asesinado en Bagdad por Estados Unidos, al tiempo que instó a «todas las partes» implicadas a rebajar la actual situación de tensión en Oriente Medio.

El líder conservador se pronunció en un comunicado por primera vez desde que se produjera el pasado viernes el ataque mortal efectuado por drones de EE.UU. que se saldó con la vida de Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, y el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes.

Johnson abordó hoy el asunto con el presidente francés, Emmanuel Macron, con el mandatario estadounidense, Donald Trump, y con la canciller alemana, Angela Merkel, y tratará el tema con otros líderes en los próximos día.

«El general Qasem Soleimaní representaba una amenaza para todos nuestros intereses y fue responsable de un patrón de comportamiento perturbador y desestabilizador en la región», indicó Johnson en la nota.

El «premier» agregó que «dado el papel de liderazgo desempeñado (por Soleimaní) en las acciones que han derivado en las muertes de miles de civiles inocentes y de personal occidental, no lamentaremos su muerte».

Johnson alertó asimismo de que «está claro que todos los llamamientos a las represalias llevarán simplemente a más violencia en la región y esto no redunda en los intereses de nadie».

Por ello, agregó que mantiene un «estrecho contacto con todas las partes para alentar a una rebaja de las tensiones».

«Hablaré con otros líderes y con nuestros amigos iraquíes para apoyar la paz y la estabilidad», adelantó.

La nota de Johnson se difundió al tiempo que el Parlamento iraquí daba hoy el primer paso para expulsar a las tropas extranjeras del país, en respuesta al ataque, que ha disparado la tensión en Irak, donde las tropas norteamericanas han estado operando contra los yihadistas.

El Reino Unido cuenta, por su parte, con 400 efectivos desplegados en Irak, donde combaten junto con fuerzas de otros países de la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Tras conocerse los planes de Irak, un portavoz del Gobierno británico subrayó que «la coalición está en Irak para ayudar a proteger a los iraquíes y otros de la amenaza de Dáesh, a petición del Gobierno iraquí».

«Instamos al gobierno iraquí a que asegura que la coalición puede continuar con nuestro trabajo vital contrarrestando a esta amenaza compartida», dijo la misma fuente oficial. EFE