El ABC para una buena salud visual y auditiva

El inicio de un nuevo año es la oportunidad perfecta para realizar un ABC completo de su estado de salud con el fin de prevenir, diagnosticar y tratar oportunamente cualquier tipo de enfermedad o dolencia. En el caso de la vista y la audición, es sumamente importante tomar las debidas precauciones para proteger estos sentidos con la revisión general de cada órgano mínimo una vez por año. De acuerdo con los especialistas de Clínica Andes Visión hay varios métodos para detectar si se padece de alguna patología por medio de los más modernos equipos y tecnología de vanguardia.

1. Salud Visual

El primer paso es una evaluación general de los ojos que dura entre 30 minutos y 1 hora. Es importante que grupos prioritarios como niños y adultos mayores no descuiden ninguna alerta temprana que indique que sus ojos no están funcionando adecuadamente. Para Johanna Negrette, oftalmóloga de Clínica Andes Visión, la periodicidad de cada control es variable. Si hay defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), se lo hace una vez al año. Si se detecta Queratocono, se lo realiza cada seis meses y si hay glaucoma, el control se lo realiza cada 4 meses.

a. Alarmas a considerar:

● Enrojecimiento, ardor, picazón y sensación de arena en los ojos
● Mareos
● Visión borrosa
● Disminución visual progresiva y/o abrupta
● Dolor ocular
● Alteración de percepción y contraste de colores, es decir, la visión de los colores se torna opaca y sin brillo
● Visión central en sombras
● Disminución progresiva o abrupta de la visión
b. Sobre los principales exámenes visuales:

En la actualidad, en los centros de salud especializados en cuidados de la vista se cuenta con optómetras y oftalmólogos calificados para realizar distintos tipos de exámenes con el fin de contribuir a la salud visual de sus pacientes. La doctora Johanna Negrette recomienda algunos de los más novedosos que emplea la Clínica Andes Visión.

● Pentacam refractivo (topografía corneal): Determina la curvatura y grosor de la córnea. Es esencial para detectar la presencia de astigmatismo y miopía elevada, queratocono, antecedentes de cirugía láser, medida correctiva inestable/progresiva y cataratas.
● OCT de nervio óptico: Examina las características del nervio óptico. Es clave en el tratamiento del glaucoma, uno de los mayores padecimientos que produce ceguera irreversible.
● OCT macular: Evalúa las características de la mácula, su grosor y todas sus capas. Determina si presenta inflamaciones o degeneraciones de la misma. Se emplea cuando se tienen enfermedades como el edema quístico y cataratas. Asimismo, Johanna Negrette, oftalmóloga de Andes Visión, manifiesta que si el paciente es de tercera edad, debe realizarse este examen obligatoriamente para descartar degeneración macular relacionada a la edad.
● Visionix: Valora la cara anterior de la córnea, la presión intraocular, el grosor de la córnea, la opacidad de cristalino (catarata) y el ojo seco. Se lo usa también para discernir la disfunción de la glándula de meibomio. Es complementario en el caso de tener cataratas y esencial para la operación de la misma.
● Campimetría: Valora el campo visual. Se realiza principalmente para enfermedades como el glaucoma y en casos de tumores de nervio ópticos o meningiomas.
● Microscopia especular: Permite ver la celularidad del endotelio corneal (capa más interna de la córnea cuya función es mantenerla transparente).
2. Salud auditiva:

La evaluación indispensable que permite determinar el nivel auditivo del paciente y descartar alguna alteración en el oído es la audiometría e impedanciometría. Se inicia por un chequeo elemental de ambos oídos que puede durar entre 30 minutos y 1 hora aproximadamente. Si el paciente tiene niveles adecuados de audición, se hace la evaluación 1 vez por año.
En caso de detectar una alteración auditiva, Yaicar Mora, fonoaudióloga de Clínica Andes Visión, recomienda hacer revisiones cada 6 meses para llevar el seguimiento en cuanto a la progresión de la hipoacusia. Si el paciente usa auxiliares auditivos (audífonos) es vital un control cada 3 meses.
a. Alarmas a considerar:

● Dificultad para oír conversaciones, en especial en ambientes ruidosos
● Hablar más alto de lo “normal” o muy fuerte
● Pedir que repitan frecuentemente lo que han dicho. Comúnmente el paciente repite frases como: ¿ah?, ¿Qué?, ¿Cómo?
● No entender correctamente lo que dicen
● Dificultad para entender las conversaciones telefónicas
● Escuchar mejor por un oído que por el otro
● Poner el volumen de la radio y/o tv muy alto
● Dificultad para entender si las personas no hablan de frente

b. Problemas auditivos más comunes:

● Otitis: Inflamación del oído ocasionada por infecciones.
● Hipoacusia: Pérdida de la capacidad auditiva que ocasiona dificultad para oír normalmente.
● Meniere: Trastorno auditivo que afecta el oído interno, producto de la acumulación de líquido. Esto provoca que la presión del oído aumente y afecte el nivel de audición. Produce vértigos y náuseas.
● Presbiacusia: Disminución progresiva de la audición ocasionada por el envejecimiento del paciente.
● Trauma Acústico: Lesión del oído interno provocada por la exposición de ruidos muy fuertes.
Principales exámenes auditivos
Para evaluar los niveles auditivos, se requiere la revisión por terapistas del lenguaje y/o fonoaudiólogos calificados.

● Audiometría condicionada por juego: Es una prueba con auriculares que proporciona información específica sobre la pérdida de audición. Se utiliza con niños pequeños a manera de juego y se le indica que realice acciones como por ejemplo tocar un juguete cada vez que escuche un sonido. Requiere la participación activa del niño.
● Audiometría Tonal: Permite evaluar el funcionamiento del sistema auditivo y revela si la audición está alterada en la parte de la transmisión del sonido o en la parte más relacionada con el sistema nervioso. Esto ayuda a definir el tratamiento a seguir.
● Audiometría vocal: Permite conocer posibles alteraciones en la discriminación del habla.
● Impedanciometría: Prueba de audición que determina el funcionamiento del oído interno del paciente. Se realiza mediante la transmisión de aire a presión y se observa la reacción del tímpano.
De acuerdo a la fonoaudióloga de Clínica Andes Visión, los equipos esenciales para realizar los exámenes anteriormente descritos, son los audiómetros y los impedanciometros.