4 cosas que debes conocer de tu sistema inmunológico para combatir virus

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Frente a la coyuntura del Covid-19 mantener un sistema inmunológico, es de vital importancia como medida básica de prevención y por ello es importante entender con claridad lo que implica fortalecer el sistema inmunológico.

La Dra. Adriana Brito, médico especialista en nutrición clínica y asesora nutricional de la marca Vita de Pasteurizadora Quito, indica que existen aspectos importantes que deben ser tomados en cuenta. “Sobre todo porque tener una resistencia inmunológica fuerte no se logra de la noche a la mañana, ya que es un proceso largo y acumulativo que se gesta desde los primeros días de vida”.

En esta línea, la especialista explica a continuación 4 aspectos básicos que se deben considerar en torno al sistema inmunológico y el rol que juega la alimentación, con el fin de que la comunidad pueda adquirir hábitos correctos que les ayude a combatir este virus.

  1. ¿Qué es y cómo funciona el sistema inmunológico?

Se trata de un proceso natural del cuerpo, compuesto por una red compleja de células, órganos y tejidos que actúan para proteger al organismo. Su función principal es la de defenderse de organismos invasores como los virus, bacterias o patógenos, destruyendo o evitando la multiplicación del agente extraño al momento de detectarlo. Por ello es clave ya que evitará mecanismos de inflamación e infección, ocasionados por dichos organismos.

  1. Un sistema inmunológico fuerte no se construye de la noche a la mañana:

La resistencia del sistema inmunológico depende de varios factores, incluyendo el estado nutricional de la persona y su condición de salud, inclusive de aspectos ambientales como el frío o calor. Al ser la nutrición uno de los factores claves para el correcto funcionamiento de este proceso, el cuerpo humano debe cubrir sus requerimientos en cada uno de los macronutrientes y micronutrientes, los que se encuentran en lácteos, cárnicos y huevos, así como en frutas, verduras y cereales.

Todos éstos componente le proporcionan elementos de defensa frente a cada proceso y, de esta manera, le permite mantenerse en óptimas condiciones para modular y mediar otros mecanismos constructores normales y de respuesta frente a cualquier tipo de estrés. Para tener un estado nutricional fuerte, es necesario que la persona mantenga una alimentación adecuada, balanceada y variada desde su niñez. “Por lo tanto un individuo con una nutrición correcta toda su vida podrá enfrentar de mejor manera situaciones de infección por virus o bacterias, frente a otro que tiene un sistema débil”.

  1. ¿Cómo influye la alimentación en el sistema inmunológico?

La Dra. Brito explica que es importante mantener una adecuada alimentación en cada etapa de la vida, ya que en cada una se cumplen diversas funciones claves para el sistema inmunológico.

  • En la niñez, la función principal de la alimentación es aportar en la formación y crecimiento de cada una de las estructuras y tejidos. Además, ayuda a obtener memoria inmunológica para combatir ciertos tipos de virus y bacterias.
  • Hacia la adultez es importante para el crecimiento adecuado y regeneración de tejidos, reconocimiento de patógenos y activación de respuestas inmunes para brindar protección efectiva frente a posibles agresiones externas.
  • En adultos mayores, los requerimientos nutricionales aumentan puesto que existe un balance negativo entre el almacenamiento y absorción correcta de cada nutriente. Es por ello que se debe tener un cuidado especial para detectar posibles situaciones deficitarias, a fin de cubrirlas oportunamente.
  1. Rol de los lácteos:

Son componentes funcionales muy importantes dentro de la nutrición diaria. La particularidad de la leche es que se ingiere a manera de proteínas intactas, las mismas que por procesos propios de la digestión gastrointestinal se transformarán en sustancias activas con propiedades inmunológicas de defensa. Un constituyente importante de la leche vacuna es la lactoferrina, que provee protección antimicrobiana a nivel intestinal, a esta función específica de defensa se la llama función bioactiva. Además de ello, se encarga de potenciar sistemas de protección propios del organismo como la microbiota intestinal, la que consta de bacterias benéficas del intestino que cumplen procesos de protección, digestión y absorción de nutrientes.

Recomendaciones en la alimentación para reforzar el sistema inmunológico:

La nutrición debe ser adecuada, balanceada, variada y en cantidades adaptadas para cada individuo y etapa de la vida.

  • Se recomienda el consumo de proteínas de alto valor biológico, las mismas que son de fuente animal. Son sumamente importantes, ya que constituyen el elemento fundamental de cada una de las células. Se encuentran en alimentos accesible para todas las personas, esencialmente los derivados lácteos y cárnicos, que los convierten en una opción perfecta que brinda gran cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales.
  • Los hidratos de carbono también son importantes y están presentes en los cereales, frutas y verduras. Constituyen la principal fuente de energía del organismo, permitiéndole mantener todas las funciones vitales.
  • Los cereales actúan como medios energéticos, que utilizará el sistema inmune para activarse en situaciones donde el gasto energético se multiplica. Esto debido a las funciones celulares de respuesta para ciertas células encargadas de deglutir las bacterias y virus. Los que incluyen trigo, avena, centeno, maíz, arroz, quinua, amaranto. La porción recomendada en medidas caseras es de 3 tazas al día, distribuida en cada de las comidas principales o con su consumo mediante ingesta de yogur con chía, cereales andinos o de avena líquida lista para beber.
  • Los antioxidantes, que poseen los frutos rojos contienen un componente importante llamado resveratrol, el cual es un factor protector notable; sobre todo frente a daños celulares, generados por agentes de reacciones de oxidación y reducción localizadas en todo el organismo. Los encontramos en las uvas, moras, arándanos, cerezas y fresas. Además de ello la vitamina C es un antioxidante importante presente en frutas, de manera más importante el Kiwi y frutas cítricas como la naranja, limón, mandarinas. Se recomienda 3 porciones al día, considerando 1 porción (ya sea 1 fruta mediana o una taza de las frutas).
  • Los lípidos en forma de ácidos grasos también son básicos. Su función principal es proveer de energía al cuerpo. Además son los constituyentes membranarios de cada célula del organismo, con funciones de amortiguamiento y defensa frente a agresiones mecánicas y químicas externas. Los representantes de éstos constituyen: las grasas vegetales, las cuales se encuentran en el aguacate, nueces, almendras, maní, semillas de ajonjolí, linaza, girasol, macadamia, pistachos, chía; y, los aceites vegetales como de canola, oliva, girasol y soya. Lo recomendables es consumir una porción de 15 gr a 30 gr diarios para una dieta equilibrada.
  • Adicional, es importante mantener actividad física, por lo menos 150 minutos semanales, distribuidos en 30 minutos por día. Esto ayuda de manera eficiente a fortalecer y mantener el sistema inmunológico en buenas condiciones y operativo.

Referencia: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria SENC. (I)