No existe consenso en la Asamblea para aprobar dos impuestos anunciados por el régimen el nueve del presente mes: pago del 5% adicional por parte de los vehículos avaluados en más de veinte mil dólares; contribución durante un año del 8% del sueldo de los empleados públicos. Esto daría al fisco unos 400 millones de dólares. Mientras hay dudas sobre las medidas de austeridad estatal por 1.400 millones, pues Moreno las impuso al iniciar su mandato, sin conseguirlo. Contrariamente el gasto burocrático aumentó los últimos tres años.
Quizás previendo este fracaso en el Legislativo, el ministro de Finanzas sostiene que en quince días estaría listo el mecanismo para focalizar el subsidio a los combustibles. Presionan el efecto varios sectores poblacionales y las consecuencias negativas del coronavirus, cuya incidencia seguramente postergue la decisión oficial.
En todo caso, ¿se arriesgará nuevamente el gobierno? Porque en octubre lo intentó y casi se cae. Razón para no haber incluido esta medida en el último paquetazo. Pero continuar endeudándose no hace sino hipotecar cada vez más al país, ya bastante sometido a condicionamientos externos incluyendo las preventas petroleras, tan criticadas ahora. Mínimos porcentajes ha podido renegociar, pues no resulta fácil porque deteriora la imagen nacional, reflejada en el inédito riesgo-país superior a los tres mil puntos.
Empero subir los carburantes parece constituir el único y más rápido camino a fin de acortar la brecha fiscal, que podría alcanzar los seis mil millones de dólares en el presupuesto actual, que por ley debe prolongarse hasta el año 2021 debido a las elecciones. Aquí el llamado se dirige al pueblo especialmente, para tomar conciencia hacia el presente y futuro, que no pintan nada bien de continuar las actuales circunstancias.
