Necedad

Andrés F. Ugalde Vázquez

En medio de la pesadilla que estamos viviendo y del agradecimiento inconmensurable por todos los héroes que cada día se la juegan en las clínicas, hospitales y demás instituciones de asistencia social, cabe todavía una gran preocupación ¿Cuál es la razón por la que, pese a todos los esfuerzos, estamos rankeandos como el país con la segunda tasa de contagio de América Latina? La verdad no lo sé. Sin embargo, me parece que el verdadero problema va más allá. Hoy somos, además, víctimas de un mal que padecemos mucho antes del virus: la necedad. Un mal endémico en el que además, hay algunas variantes.

Están por ejemplo los “nopasanada”. Los que salen a la calle con fiebre y van al mercado sin usar mascarilla. Los que regresan del viaje y organizan un “brunch” para las amistades. Los que comparten todas las bobadas que les llegan por redes sociales y publican que el virus se muere en el calor de la costa.  Y también están la otra especie de necios. Los “más bacanes”. Los que piensan que las leyes no se aplican a ellos. Los que son capaces de agredir a un agente que precautela el toque de queda. Y luego, una tercera cepa: los “egoístas”. Los irresponsables que vaciaron las cerchas de los supermercados y se llevaron a su casa todo el gel antibacterial que encontraron en el camino. Y aquí cabe mención especial a los que además de necios, son necios con poder. Los peores. Los que son capaces de invadir un aeropuerto para impedir la llegada de un avión en misión humanitaria. Los que se niegan a adquirir o destinar los recursos necesarios para mantener operativos a los centros de salud.

Y si bien, hay que estar agradecidos con los que han tomado conciencia y contribuyen cada día tomando las precauciones necesarias, me temo que todavía caminan por allí algunos “nopasanada” (muchísimos, demasiados) que no ayudan ni se dejan ayudar. Los que no comprenden que esta pandemia requiere, primero que nada, un ejercicio de madurez conciencia y voluntad. Conciencia de que, de ésta, sólo salimos si nos ayudamos entre todos… (O)