La crisis “desinfla” las cifras de empleo en Azuay

A nivel nacional se registran 1.310 separaciones intempestivas y 1.463 por caso fortuito durante emergencia sanitaria.

Comercios cerrados en el Centro Histórico son el reflejo de la paralización económica por la emergencia sanitaria. PSR

Entre 150 y 300 despidos se registran en el Azuay, según estimaciones de los gremios de trabajadores, esto desde el inicio de la emergencia sanitaria. El Ministerio de Trabajo informó que, a nivel nacional, ha recibido 1.310 denuncias por separaciones.

A este número se suman 1.463 separaciones por caso fortuito o fuerza mayor, una figura contemplada en el artículo 169, numeral 6 del Código del Trabajo, que de acuerdo con el abogado Santiago Maldonado representa un pago menor por liquidación.

Un grupo de trabajadores de una empresa local de fabricación de muebles reportó desde el pasado lunes la notificación del finiquito del contrato con fecha al sábado 11 de abril.

La marca no ha emitido un comunicado oficial, pero ha señalado a sus ahora extrabajadores que, en caso de que la situación se normalice, podrán ser recontratados.

La empresa cambió su línea de muebles por la venta de cofres mortuorios para tratar de ponerle un parche a las pérdidas ocasionadas por el cierre de operaciones desde hace cuatro semanas y busca formas para salir de la crisis.

Otra marca de muebles, Vitefama, trabaja en la misma línea y ha garantizado el pago de sus trabajadores este mes.

“Los salarios de nuestra gente están al día y estamos luchando por mantenernos”, aseguró Ítalo Castro, representante de la empresa.

Pero el sector del mueble no es el único afectado.

Fabricas cerradas en el Parque Industrial mantienen labores de teletrabajo y esperan regresar a sus actividades normales. PSR

Desde la primera semana de la crisis algunos comercios de la ciudad, talleres artesanales, pequeños y medianos negocios han tomado medidas similares por falta de liquidez.

Es el caso de Mariana Gutiérrez, quien tiene un negocio en el centro de Cuenca y trabajaba con dos empleados, uno de ellos un pariente cercano.

“Tuve que quedarme solo con mi familiar y al otro colaborador no nos quedó más que liquidarle porque no hay de dónde pagarle el sueldo”, lamentó.

Vicente Quezada, quien tiene un taller artesanal cuenta una historia similar.

Su negocio está cerrado desde el inicio de la pandemia y los dos “oficiales” que trabajaban con él fueron separados de su trabajo.

“Es difícil, cómo les recomiendo a otro taller si todos estamos cerrados, les adelanté la primera quincena de abril con los ahorros del negocio y ojalá las cosas mejoren para llamarlos al trabajo otra vez, no se puede hacer más”, comentó.

Respuestas

Diego Malo Toral, presidente del directorio de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (CIPEM), indicó que las condiciones han puesto en “jaque” a las empresas, ya que los ingresos en las últimas semanas han sido bajos y en algunos casos, nulos.

La CIPEM plantea una reforma laboral que ayude a mantener el empleo y permita un margen de liquidez que ayude a la industria ecuatoriana a cubrir salarios sin dejar de ser competitivos a nivel regional.

La reducción de la jornada laboral, la suspensión de pagos al Seguro Social mientras dure la crisis económica, un freno y en lo posible una reducción de impuestos, y la inyección de liquidez son las solicitudes del sector empresarial con el compromiso de conservar el empleo.

Malo Toral apuntó que para salir de la crisis es necesario reactivar la cadena de pagos, esto implica darle a la población poder adquisitivo para que el dinero vuelva a circular, por lo que el empleo es de vital importancia para el sector, opinó.

El abogado Maldonado recomienda a las empresas “enfrentar la crisis a través de acuerdos con los trabajadores” puesto que, según dijo, la figura de las separaciones por caso fortuito “aplican solo si la empresa cierra de manera definitiva” y el alivio económico de hoy puede convertirse en las demandas laborales de mañana.

“En este momento ni al empleador le conviene un juicio laboral y el pago de indemnizaciones, ni al empleado le conviene quedarse sin trabajo, debe buscarse ante todo una mediación asesorada como herramienta para salir de esta crisis”, observó el abogado. (JMM)-(I)

DETALLES

Entre 150 y 300 despidos intempestivos durante la emergencia sanitaria se calculan en el Azuay por parte de los gremios de trabajadores.

Comercios, talleres artesanales, pequeñas y medianas empresas son los sectores más afectados por la paralización de la economía a nivel local.

La Cámara de Industrias, Producción y Empleo (CIPEM) plantea reformas laborales y liquidez para pagar salarios y conservar el empleo en Azuay.

La aplicación de la separación por caso fortuito no está clara y puede derivar en demandas laborales contra las empresas que la utilicen.