Triatlonista pone su arte culinario al servicio del personal médico

Deportistas de otras ramas apoyan su iniciativa y suman esfuerzos en medio de la crisis

Hernán Coronel está agradecido con los médicos, no sólo por todo lo que hacen en esta emergencia, también por una vivencia personal.

El triatleta Hernán Coronel se especializó en Ingeniería de Sistemas, pero su habilidad en el arte culinario lo llevaron a emprender un negocio familiar: “Secos del Ñaño”. Una vivencia personal y la crisis sanitaria lo empujaron a cocinar para el personal médico que lucha a diario por controlar la pandemia del Covid 19.

“Nosotros tuvimos hace poco una calamidad. Mi hermano (Esteban) tuvo un tumor cerebral y fue atendido en el IESS. Amigos de la escuela y del colegio trabajan ahí. Ellos estaban atendiéndole a mi hermano, pero penosamente falleció”.

En agradecimiento a todo el esfuerzo realizado por salvarle la vida, “hicimos una comidita y les obsequiamos”. Amigos de entrenamientos y personas relacionadas con otros deportes (trail, judo, taekwondo, ciclismo), conocieron la iniciativa y quisieron apoyarle con alimentos (pollo, papas, etc.), para que continúe con esa labor.

“Nosotros les llamamos los verdaderos Ironman”, dice Hernán y comparte el sentir de uno de los médicos que recibió la comida. “Dijo que eso era una inyección de motivación para ellos… Nosotros nos imaginamos (su situación) como una carrera durísima, uno sabe que está en problemas, pero aun así no abandona, es algo de admirarse verdaderamente”.

El compromiso social de la familia no es de ahora. En fechas especiales organizan programas para los niños del barrio o del mercado 27 de Febrero. “Es devolver los favores que Dios siempre nos hace”. Cualquier aporte se coordina a través del Facebook Hernancho Coronel. “No nos gusta comprometer a la gente, más bien la que está aportando es por iniciativa propia”.

El emprendedor cuencano de 34 años formaba parte del equipo de Cristina Fárez (+). Ganó algunas competencias en Grupos de Edad. Al vender sus bicicletas para instalar el negocio se alejó de las competencias, aunque no ha dejado de pedalear, nadar o correr.

Sus padres Anita Ochoa, Iván Coronel, su abuelita Inés Coronel y su hermana Anita, son su principal soporte en estos momentos. La elaboración de raciones depende del número de destinatarios, para ello están en contacto con personal de las ambulancias, de los Bomberos, de la Sanidad. “Como tengo horno, pensábamos hacer la próxima semana pizzas, para variar un poco”, concluye. (BST)-(D)