Pandemonium   

Claudio Malo González

¡Se armó un pan demonium! Recurriendo a algunas palabras y giros que han permanecido intocados del latín que, entre otros, dio a luz al castellano, se usa esta expresión para referirse a alboroto, desorden, griterío, relajo. La aparición, imposición de medidas e incertidumbre del coronavirus ha gestado un auténtico pandemónium en las redes sociales; diré online para modernizarme con esta intromisión del inglés. Humberto Eco dijo  que en este sistema, cualquier chapucero, puede decir sus “sabias opiniones” con la misma autoridad de un premio nobel.

En su cuenta twitter el presidente de Estados Unidos lo comparó a Pearl Harbor insinuando una agresión de China a su país, sin llegar a tan “elevados” problemas internacionales, en nuestros modestos teléfonos móviles hay un aluvión de sabiduría. Muy poco se sabe de esta pandemia pese a que los laboratorios de las potencias mundiales compiten por la medalla de oro en encontrar medicamentos y vacunas, pero “online” podemos encontrar derroches de sabiduría sobre este tema en todos los campos, a la vez que aluviones de consejos.

Además de opiniones “científicas”, llueven afirmaciones sobre su origen, quiénes y cuándo lo descubrieron y los remedios más adecuados. En política internacional, la genialidad inunda las redes. Con la seguridad de un pontífice, afirman que fue intencionalmente hecho en un laboratorio para disminuir el exceso de población o lograr la hegemonía en el poder mundial. Llueven las críticas a   los gobiernos, sobre como manejan y cómo deben manejar la crisis.

Haciendo una pausa a este tsunami de sabiduría, reafirmo mi opinión en que una de las expresiones filosóficas más sabias es la que Sócrates usó con frecuencia: solo sé que nada sé.