Restablecimiento

Eduardo Sánchez Sánchez

El retorno a una nueva normalidad es el norte de todos los ecuatorianos y esperan con verdadera ansiedad la disposición gubernamental para iniciar la transición, los mecanismos que nos permitan restablecer todas las actividades indispensables  en el quehacer humano como educación, trabajo, movilidad, eventos masivos, etc.

Con verdadera resiliencia frente a la acción mortal del virus Covid 19 y hasta estoicismo,  la población ha soportado cuadros de verdadero dolor y tragedia, hambre y angustia que en algunos casos concluyeron con el pesar de un tanatorio y en otros con el abandono de cadáveres en las aceras de sus populares barriadas.  Perdidos en estadísticas que muestran el distanciamiento con el cual recibimos la pandemia, que lanzó su alarma con más de un mes de anticipación en sus inicios de Wuhan, sorprendió y vapuleó al sistema sanitario en varios países  ocasionando la tragedia conocida y con celeridad del siglo en desarrollo nos llegó haciendo fácil presa de tantas vidas y la paz ciudadana.  En gran medida también por la indisciplina que caracteriza a nuestra sociedad y la pobre economía popular que permite la sobrevivencia con el diario esfuerzo en calles, esquinas y mercados, a sabiendas de que el verde y el maduro nos salvan de tragedias mayores a pueblos como el nuestro que por su clima y ubicación, poseen una bondadosa producción agraria en feraces suelos de nuestra Patria, sumergida en miseria de inequidad por el accionar de modernos Ali-babaes  en el manejo de la cosa pública para el cometimiento de sus fechorías.

Urge que la sociedad se vuelva humilde en términos de no degradar más a la natura con excesos en el consumismo, reducción de gastos suntuarios, examen personal de roperos, restauración de la moral  y restablecimiento de la economía para bienestar colectivo.