Por 6.000 yuanes fue vendido hace 32 años un bebé de dos años a una pareja sin hijos de la provincia de Sichuan. El bebé era Mao Yin, quien en 1988 regresaba de la guardería junto a su padre en la ciudad de Xian, en China. El padre le dejó solo un momento frente a un hotel para ir a buscar agua y no volvieron a verse hasta hoy, 32 años después.
Al cambio actual serían cerca de 800 euros los que pagaron por una vida de culpa y soledad de una pareja de padres. Desde el secuestro los padres de Mao buscaron en cielo y tierra para encontrar a su hijo. Li Jingzhi, madre de Mao dejó su trabajo y empezó una campaña para buscar a su hijo por todo el país, se convertiría en uno de los casos más conocidos en China sobre hijos desparecidos.
Una organización asiática sin fines de lucro, Baby Come Home, fundada por la madre de Mao, ya había facilitado el reencuentro de 29 familias que habían perdido a sus hijos, sin embargo hay cerca de 36.000 casos desde 1978 sin solución.
En abril de 2020 la policía china recibió un aviso sobre un hombre en la ciudad de Sichuan que habría comprado a un niño de Xian en los años 80. Investigaron y usaron la técnica de reconocimiento facial para envejecer artificialmente un foto de la infancia del niño Mao y pudieron predecir su aspecto de adulto.
Ese retrato fue comparado con la base de datos nacional de fotos de documentos de identidad. El resultado fue Mao Yin, ahora con 34 años, quien ahora es gerente de un negocio de decoración de interiores en su ciudad. Se hizo la prueba de ADN y esta no dejo lugar a dudas. Mao fue criado como un hijo más por la pareja de Sichuan.
Yin creció sin sospechar lo más mínimo de la existencia de sus padres biológicos y el pasado día de la madres en China, pudo abrazar a sus padres por primera vez.
«No quiero que nos deje más. No dejaré que nos deje más», exclamó la madre de Mao en televisión nacional. Mao le respondió diciéndole que tiene deseos de mudarse a Xian para vivir con ellos.
La policía china, los últimos diez años, ha podido ayudar a más de 6.300 niños secuestrados a reencontrase con su familia biológica usando las pruebas de ADN. Sin embargo, aún hay mucho por hacer, son casi 36.000 casos registrados.
La mundialmente discutida política del hijo único en gran parte es la respuesta al secuestro masivo de niños. Se dieron situaciones donde incluso hubo la participación de autoridades estatales quienes tenían la potestad de arrebatar hijos a familias que se habían pasado del número de hijos permitidos. La Ley fue derogada en 2015, luego de 30 años de control de natalidad en ese país.
