África sale derrotada en su intento de que se investigue el racismo en EEUU

Un delegado de Camerún es visto en una pantalla gigante pronunciando un discurso durante la votación de una resolución diluida que condena el racismo estructural y la brutalidad policial a raíz de la muerte de George Floyd en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el 19 de junio. 2020. El principal órgano de derechos humanos de la ONU adoptó una resolución que condena el racismo estructural y la brutalidad policial, después de que el texto fue revisado para eliminar la mención específica de los Estados Unidos. (Camerún, Suiza, Estados Unidos, Ginebra) EFE / EPA / FABRICE COFFRINI / POOL

Más de medio centenar de países africanos que pidieron al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que lance una investigación internacional sobre los abusos policiales contra los afroamericanos en EEUU no consiguieron su cometido y tuvieron hoy que resignarse con una resolución edulcorada sobre el tema.

Gracias a esto el Consejo pudo aprobar por consenso, sin necesidad siquiera de una votación, una resolución que condena la creciente violencia policial contra africanos y afrodescendientes, pero de manera general y sin mencionar en ningún momento a Estados Unidos, como se hacía en la versión original del texto.

La iniciativa africana pedía inicialmente la creación de una comisión internacional de investigación para EEUU, una fórmula a la que la ONU solo acude ante violaciones muy graves de los derechos humanos, pero que fue eliminada de la resolución aprobada.

Comisiones de ese tipo se suelen crear en contextos de posibles crímenes de guerra o contra la humanidad.

A cambio de eso, se pidió a la Oficina de la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, que haga un seguimiento a nivel mundial de los actos de brutalidad policial contra africanos o personas afrodescendientes, eliminando así cualquier enfoque específico en EEUU.

En el turno de comentarios finales sobre esta resolución, varios países europeos, entre ellos Alemania, Italia o República Checa (en representación de la Unión Europea) aseguraron que señalar a un sólo país en un problema global como el racismo no era lo correcto.

«El racismo existe en todas las sociedades, es un problema contra el que debemos unirnos, no dividirnos, de ahí la necesidad de no apuntar sólo hacia un Estado«, afirmó en este sentido la delegación germana.

También hubo numerosas críticas al escaso tiempo que el Consejo había tenido para debatir la resolución, y en este sentido México lamentó que la última versión hubiera sido mostrada a las delegaciones sólo tres horas y media antes de que tuviese que tomarse una decisión final, algo que consideró un ejemplo de falta de transparencia.

Burkina Faso, en representación de las naciones africanas que apadrinaron la resolución -y que según fuentes próximas a las negociaciones han sufrido presiones para rebajar el tono del texto-, señaló que el consejo «ha oído el grito de los afrodescendientes, pidiendo igual trato y disfrute de los derechos humanos».

La delegación más crítica en los alegatos finales fue la de Venezuela, que sí subrayó el caso especial de Estados Unidos y condenó «la naturaleza fascista y supremacista del imperialismo yanqui».

La iniciativa africana surgió a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía, un crimen que ha desató una ola internacional de condenas y manifestaciones contra el racismo.

Muchas delegaciones reiteraron hoy en el Consejo de Derechos Humanos su condena a ese asesinato, y la resolución también aludió al caso, condenando «el racismo estructural que existe en el sistema de justicia penal».

El texto también lamentó «los recientes incidentes de uso excesivo de la fuerza (…) por parte de cuerpos de seguridad contra manifestaciones pacíficas en defensa de los derechos de africanos y afrodesncendientes«, aunque también en este pasaje se eliminó una vez más la referencia que había a EEUU. EFE