País megadiverso

Martina Pérez

OPINIÓN|

 

A lo largo del proceso histórico que la Amazonia ecuatoriana ha debido enfrentar por las relaciones de poder, ambiciones hegemónicas y poco respeto por la importancia étnico-natural; han surgido debates y acciones, que la mayoría de las veces atentan contra la vida, la coexistencia pacífica y la responsabilidad de conservación ambiental. Recientemente, en abril, una compañía petrolera con frialdad e indiferencia anunció una “fisura de tubería”, que significaba para miles de indígenas la contaminación de su territorio, de su agua y su cosmovisión. Los niños vieron afectada su salud, la comunidad sintió, de nuevo, la afectación provocada por la contaminación del río del que dependían; sintió la incertidumbre y la profunda necesidad de responsabilidad por parte de los actores gubernamentales. Las respuestas no han sido competentes, la muerte de la biodiversidad continúa y la selva pide auxilio ante las decisiones extractivistas. Se tiene certeza absoluta de que es momento de lograr justicia, es momento que se actué ante la crisis que viven más de 105 comunidades por el derrame de petróleo, por las inundaciones y por la pandemia. Las voces amazónicas que fueron olvidadas y omitidas del plan estatal, hoy y siempre han estado dispuestas a defender el país megadiverso y a reclamar protección a un gobierno indolente. (O)