Las consultas no solucionan

Roberto Vivar Reinoso

OPINIÓN|

Ahora Jaime Nebot, líder del partido Socialcristiano la principal fuerza política en los comicios seccionales pasados, no quiere postularse a la presidencia de la República, sino impulsar consulta popular.

Una más de estas iniciativas repetidas desde el retorno a la democracia en 1979, que no han solucionado los  problemas nacionales. Su propio coideario el entonces jefe de Estado León Febres Cordero, fracasó al intentar mediante el voto que los no afiliados a partido alguno, puedan candidatizarse. Igual aconteció con Sixto Durán Ballén cuando quiso privatizar los servicios de salud del IESS.

Poco le importó a Lenín Moreno que la Constitución de Montecristi, fuera aprobada mediante plebiscito el año 2008; le pasó encima utilizando similar mecanismo a meses de su ascenso al poder. Si el ex-alcalde porteño logra su propósito, el próximo gobierno podrá desbaratarlo en caso de estorbarle los resultados.

Temo que más bien constituye una nueva distracción pues hay otras en marcha, para las elecciones de febrero entrante, hacia donde los ecuatorianos debemos concentrar la atención, a fin de evitar la ingobernabilidad de la década 1996-2006 que tuvo nueve ocupantes de Carondelet.

Tanto quieren algunos aumentar la participación de la sociedad civil en la vida democrática, pues las urnas constituyen excelente oportunidad, siempre y cuando actuemos con responsabilidad y compromiso. Esto implica dejar la costumbre de escoger candidatos simplemente por obligación o inercia.

En el país sobran normas y regulaciones; faltan quienes las apliquen y respeten, porque es cierto lo que escribe el pensador cristiano San Agustín: “veo lo bueno, lo admiro, pero sigo lo malo”. Tampoco nos cuadra la filosofía kantiana: “cumplir el deber por el deber”. Los cambios entonces deben hacerlo las personas. (O)