Un destacado funcionario

Gerardo Maldonado Zeas

OPINIÓN|

José Valencia en la Cancillería rescató la dignidad del Ecuador. Muchos de sus alcances molestaron a sus opositores, porque se convirtieron en una piedra en el zapato. Poner límites a esa relación de compadres con el dictador Maduro; haber abierto las puertas a una necesaria reconciliación con los Estados Unidos; el impulso para sacar a Assange de la Embajada en Londres convertida en una casa de diversiones con el visto bueno del gobierno Correísta, son buenos ejemplos de su trabajo.

El canciller Valencia, regresa a sus orígenes como un gran funcionario de carrera del gobierno ecuatoriano. Para que la memoria colectiva no se olvide, quienes le antecedieron dejaron una huella imborrable de pesadumbre, cuando Correa nombró al tristemente recordado Ricardo Patiño y el escándalo de la narcovalija al encontrarse en el aeropuerto de Milán, Italia, 80 jarrones artesanales en la valija diplomática ecuatoriana, que contenían aproximadamente 40 kilogramos de cocaína líquida; y  su papel trascendental para la construcción del elefante blanco de la UNASUR.

José Valencia un hombre serio, le permitió a Ecuador recuperar su nombre, a través de una agenda de trabajo con objetivos concretos, que no incluyó ningún plan para catapultarse a cargo diplomático internacional alguno, tal como lo hizo en cambio la corresísta María Fernanda Espinosa, hasta llegar a la ONU, y como todos sabemos pasarse de vacaciones en New York, con dinero público.

El trabajo conjunto con Richard Martínez permitió que la comunidad internacional entienda el proyecto de renegociación de la Deuda Externa, alcanzando hace pocos días un notable avance en esta tan complicada materia, en la mayoría de su estructura, heredada del antecesor.

Una baja lamentable de las filas del gobierno de Lenín Moreno, a quien le corresponderá con el sucesor Luis Gallegos, seguir con el norte de abrirse al mundo organizado, en los últimos meses de gobierno en los cuales deberá enfrentar tanto la arremetida del populismo cruento tanto nacional, como exterior organizado bajo la batuta del Foro de Sao Paulo. (O)