A los nuevos bachilleres

Edgar Pesántez Torres

OPINIÓN|

A los bachilleres que van incorporándose con la nueva modalidad virtual nuestra fraternal enhorabuena, con el deseo de que sus aspiraciones no se trunquen y sigan descubriendo en el estudio la ciencia y la conciencia para provecho de sí y de los demás.

En todo tiempo la mayor aspiración de estos jóvenes ha sido continuar preparándose para adquirir una profesión que cumpla con los anhelos de estar a gusto con su pretensión y que le dé sustento para una vida digna.

En nuestra lejana adolescencia se nos inquiría qué deseábamos seguir en la Universidad y la respuesta era de acuerdos con nuestro interés y el de nuestros padres. En la década pasada la pregunta era ¿a qué lugar y adónde te mandaron a estudiar los del CEAACES?

Era una época para el justo regocijo y unas vacaciones plenas. Ahora no, el nerviosismo y la frustración son tan grandes, que la euforia no va más allá de las felicitaciones y el brindis por zoom… si los hay. Al siguiente día comenzará el sufrimiento para padres y bachilleres, sin saber la suerte que correrán, ahora que se les cierra las oportunidades de realizarse.

Hace poco entrar a la Universidad era más difícil que ingresar a las puertas de san Pedro, pues, solo jóvenes de “alto rendimiento” fueron admitidos en pocas que quedaron; siendo la vocación una entelequia. La asignación de cupos fue dirigida desde órbitas celestiales, donde un señor de moño y sus coagentes obligaban las carreras a seguir para estar a tono con la “nueva matriz productiva” que anteponía la técnica, la tecnología y la ciencia al humanismo y a las ciencias sociales.

¡Jóvenes bachilleres!: Haced de vuestra conquista un blasón digno y acorde con vuestra edad privilegiada. Tenéis un matiz especial de audacia biológica que irá ceñida con la audacia intelectual. Es tiempo de empezar o proseguir en vuestro empeño de superación, pues, sólo vuestras conciencias defenderán la vida, la libertad y la justicia.

¡Jóvenes bachilleres!: En ustedes está cambiar el rumbo de la humanidad. Para eso, prepárense con más decisión a través del estudio y el trabajo. No caigan en la pereza, la inanidad y la indolencia. Sed agitadores del cambio por una sociedad más justa, libre y de paz.  (O)