Ser mujer

Martina Pérez

OPINIÓN|

La violencia hacia las mujeres es histórica, sistemática y estructural. La ascendente escala de violencia a las mujeres, las relaciones de poder y el femicidio, cuando te asesinan por el hecho de ser mujer. En Ecuador únicamente durante la crisis causada por el covid-19, han muerto 32 mujeres y no por la presencia viral, si no por otra pandemia dolorosamente naturalizada, el machismo. Cuando todo un sistema decide no escuchar a una mujer que es violentada, se produce esta ruptura social, omisión estatal y el más alto nivel de violencia de género. Desprenderse de ese imaginario normalizado por el sistema patriarcal, que condena a la mujer a estar en constante riesgo, insegura y con temor; es indispensable, para soñar con un país que vea crecer a las mujeres en paz, caminar tranquilas y no estar expuestas a perder la vida. El elemento esencial es asumir el femicidio y no romantizar la muerte de las mujeres, deconstruir el sexismo interiorizado, exigir justicia y reparación; es la oportunidad de cambiar el rumbo, de transformar el grito de miles en una infinita forma de vencer y crear una vida nueva, donde ser mujer no sea tener miedo a morir por ello. (O)