El fuero…

Simón Valdivieso Vintimilla

OPINIÓN|

El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba pan. Es el pensamiento de Pablo Neruda, quien a más de ser un poeta inmenso fue un hombre libre y de buenas costumbres. Y por lo tanto su palabra tiene fuerza, vigor y presencia contemporánea, en estos tiempos de desasosiego frente a la pandemia de la corrupción.

Uno de los mandamientos de la iglesia es no robar. El robo es y ha sido durante siglos uno de los males de la humanidad, nos dice  Fernando Savater. Y es que el robo está siempre asociado a la idea del poder.

Y claro nos recuerda la abuela de la casa que desde siempre se ha dicho que si robas un poco te dirán ratero, y si lo haces a gran escala, te llamarán gran financiero. Para los ladrones de poca monta la jaula y para los otros, los paraísos fiscales y el auto exilio.

Ese mandamiento que es un pecado para los creyentes, nos lleva a reflexionar sobre frases que se han escrito en torno a este tema que en nuestra patria nos causa horror sobre todo en situaciones de penuria y escasez como las que estamos viviendo.

Todo lo que se come sin necesidad, se roba al estómago de los pobres, ha dicho Gandhi. Y es que una de las cuestiones que más asombra es la insaciabilidad de algunas personas que cuenta con cantidades de dinero suficientes para más de diez vidas y que siguen robando. Luis Sepúlveda: el dinero se ha transformado en el fetiche más popular, más recurrente y en el que más se cree.

Se trata de un mandamiento que abarca todos los campos, insiste Savater, relacionado con la moral de las sociedades y los individuos y que muchas veces tan solo una delgada línea separa al robo de lo que no lo es. Y para concluir, parafraseando a Bonaparte: Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: la dignidad. (O)