El odio de Corea

Édgar Plaza Alvarado

OPINIÓN|

¿Por qué los norcoreanos aborrecen tanto a EE.UU.? Un enfrentamiento bélico “normal” no daría paso a un rencor por tanto tiempo guardado. Veamos las razones, ahora que se cumplen 70 años del inicio de un exterminio que no debió haberse dado.

Corea del Norte cruzó en 1950 la teórica división que la separaba de Corea del Sur. Las potencias aliadas ganadoras de la Segunda Guerra Mundial se habían repartido el orbe en la conferencia de Yalta, una división geopolítica Liberalismo vs Comunismo, Oriente frente a Occidente y en el medio países menesterosos tal como Corea, que anteriormente había combatido la invasión del Imperio Japonés. Las corrientes ideológicas citadas empezaron a apoderarse del mundo. El comunismo soviético por medio de aliado China, deseaba Asia a lo que Estados Unidos se opuso y con la venia de la recién creada Naciones Unidas envió soldados para detener el avance comunista por ese lado. No tubo mesura para bombardear inmisericordemente a ese país y literalmente lo despedazó ante la indolencia de todos. Décadas después se sabría de la boca de los mismos generales estadounidenses que dirigieron este acto que casi el 70 % de la población civil coreana del Norte murió, o sea gente indefensa, no armada, niños, mujeres, ancianos recibieron napalm, bombas de toneladas de explosivos, metralla. Especialistas calculan que cerca de 5 millones de norcoreanos fallecieron (combatientes y civiles) y más el 78 % del territorio quedó destruido. De los occidentales 600 mil soldados perecieron, algunos masacrados por los ejércitos comunistas chino-norcoreano, el brazo guerrero de la Unión Soviética que les entregó armas, munición y aviones e incluso pilotos soviéticos que los manejaran.

Desde entonces la propaganda de Corea del Norte hace ver como el ingenio del mal a EE.UU., Japón, Corea del Sur –en ese orden– y demás países aliados estadounidenses y las generaciones que se dieron con esta guerra odian a muerte lo que huela a occidentalismo así sea el progreso de este consumismo moderno. (O)