Filipinas retrasa a octubre el inicio del curso escolar y lo hará a distancia│VIDEO

Filipinas anunció este viernes que el inicio del curso escolar, que estaba previsto para el 24 de agosto, será retrasado de nuevo al 5 de octubre, aunque sólo se contemplan clases no presenciales para esa fecha.

La secretaria filipina de Educación, Leonor Briones, dio a conocer en rueda de prensa la nueva fecha, que en Filipinas normalmente comienza en junio y ha sido pospuesto en varias ocasiones debido a la pandemia de COVID-19.

Organizaciones de docentes, asociaciones de padres y algunos legisladores pidieron en las últimas semanas al gobierno que retrasara el comienzo del curso escolar de la educación primaria y secundaria para que el sistema educativo se pueda adaptar a la enseñanza a distancia.

El presidente, Rodrigo Duterte, ha insistido en que las clases presenciales no se producirán en el país hasta que no haya una vacuna disponible.

El gobierno filipino anunció el jueves que en octubre se iniciarán en Filipinas los ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik, la primera registrada en el mundo.

En problema con la educación a distancia en Filipinas es que millones de familias viven sin acceso a internet, que figura entre los más caros y deficientes del Sudeste Asiático, o ni siquiera disponen de dispositivos electrónicos en sus hogares.

El Departamento de Educación está haciendo preparativos para impartir clases también por radio y televisión, además de nuevos materiales impresos, aunque ha confesado que espera que 4 millones de estudiantes se queden fuera de la enseñanza para el próximo curso.

Unos 23 millones de estudiantes filipinos se han matriculado para el curso 2020/2021 -frente a los 27,7 millones del curso anterior-, de los que el 95 % (alrededor de 21 millones) se han registrado en escuelas públicas.

En los centros privados, la cifra de matriculación ha caído notablemente, con solo 1,5 millones de estudiantes, lo que supone el 36 % de los 4,3 millones del año pasado.

Filipinas es actualmente el país más azotado por la COVID-19 del Sudeste Asiático, con más de 143.700 casos y 2.400 muertes, y Duterte ha sugerido en más de una ocasión que el país no podrá volver a la normalidad hasta que la vacuna esté lista. EFE