Depredación de los mares

Nicanor Merchán Luco

OPINIÓN|

Al igual que todos los años la flota china acompañada de barcos japoneses y estadounidenses llegaron ya hace dos meses a los límites marítimos del Ecuador para pescar miles de toneladas de peces poniendo en riesgo a las especies, en algunos casos endémicas, que existen en estas aguas frente a Galápagos. No importa que la pesca en la especie de corredor que existe entre la zona económica exclusiva insular y la zona económica exclusiva continental sino que en estos lugares del mar se pesque sin discrimen. Más de 260 buques se encontraron pescando en aguas internacionales frente a las islas Galápagos. Cada barco de los que se conoce podría almacenar en sus gigantes bodegas algo más de mil toneladas de pescados.

De acuerdo a los informes preliminares los barcos habrían pescado algo así como 250 mil toneladas de peces y en sus mortales redes había de todo, desde tiburones, pingüinos hasta las diminutas tortugas marinas y además especies en peligro de extinción como la tortuga marina verde, los pingüinos de  Galápagos, pepino de mar, el tiburón martillo entre otros.

La depredación de los mares es incontenible, para obtener la harina de pescado se  ocupa 30 millones de toneladas de peces cada año. La llamada pesca incidentales que caen en las redes de peces de escaso valor comercial se estima que alcanzan de 18 y 40 millones de toneladas según la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación FAO. Para entender los niveles de la depredación bajo los métodos salvajes se puede comparar con el tamaño de ocho campos de fútbol, el informe dice que en las redes podrían caber 16 aviones Boing 747 donde caen millones de animales y de especies no deseadas, por esto más de la tercera parte de los peces capturados no se dedican directamente al consumo humano transformándolos en harina de pescado. Por esta razón el Ecuador más otros países del mundo deberían unirse a una campaña internacional para que la pesca en aguas internacionales tenga el carácter de sustentable para que no se permita una devastación como la que ocasionó la flota china. (O)