La industria de la moda…

Claudia Acosta A.

OPINIÓN|

Hace poco, en una charla sobre economía circular, me llamó mucho la atención saber que la segunda industria más contaminante del planeta es la textil, ¡después de la del petróleo! ¿a qué se debe esto? uno de los principales aspectos es la cantidad de agua que necesita esta industria para su manufacturación, (la segunda industria que más agua consume a nivel mundial según datos de la ONU), añadiéndole a esto los millones de toneladas de microfibras sintéticas (plásticos) que se liberan en el océano, y las altas emisiones de CO2 en su fabricación.

Otro aspecto alarmante, por la inconciencia que viene implícita, es la denominada “Fast Fashion” (moda rápida), una moda que no cambia o saca sus colecciones cada estación o temporada, ¡cambia cada 15 días sus escaparates!; y sí, cada 15 días sus tiendas se llenan de gente desesperada por comprar… así, cada vez se produce más y más ropa, a precios más económicos, en prendas cada vez de menor calidad… una moda desechable que produce toneladas de basura…

Ahora, el problema no es el QUÉ, es el CÓMO lo que tenemos que empezar a revisar, ¿cómo están elaborados los productos que compramos y consumimos?, ¿qué hay detrás?, ¿qué hay detrás de todo lo que en el mercado se oferta, se vende? ¡Volvernos consumidores más críticos, más informados, más curiosos! Así, por ejemplo, cuando compramos una prenda de vestir, además de dejarnos llevar por cómo nos queda, la marca, el precio, preguntarnos ¿Cuál es la historia detrás de la prenda? ¿Quién la hizo? ¿En qué condiciones de trabajo? ¿Con qué impacto ambiental? ¿Qué fibras, tintes, materiales se usaron para su elaboración? Quizás estas preguntas tengan por respuestas realidades que no queremos ver, quizás muchas de las prendas que compramos las realizan niños, niñas menores de edad, trabajando doce, catorce horas diarias, (esclavos de la industria de la moda), quizás el bajo  costo de estas prendas no refleja el altísimo costo ambiental, quizás no queremos saber que hay más allá…

¿Y entonces resulta “in”, atractivo, elegante vestir una prenda elaborada de tal manera? Pienso que esta nueva realidad que ya la estamos viviendo, implica muchos cambios y uno quizás de los más importantes será nuestro comportamiento de consumo, ¡hacer caso omiso de toda esta información es un “vale todo” que necesita pasar de moda ya!  la conciencia es la moda que tenemos que empezar a usar! (O)