La oportunidad es un pelo

Alberto Ordóñez Ortiz

OPINIÓN|

La oportunidad es calva, es la expresión que suelen utilizar algunos conocidos refraneros, y la lanzan con toda la pompa de que son capaces -que en verdad es mucha-,  no obstante que el correcto -de origen árabe por más señas-  dice: “La oportunidad es un pelo”, refrán que sin duda posible tiene total validez lingüística y lógica, por la elemental razón de que si fuera calva  no se tendría de que agarrarse y, por lo tanto, lo que quedaría por delante es el mortal precipicio o el no menos mortal de uno de esos imponentes baches municipales que andan por aquí, por allá y por acullá. La desgracia mayor en el uso incorrecto de refranes, es que se ha vuelto pavorosamente normal. Bueno, eso también es lo que pasa en muchos órdenes, el cobro de coimas o ejercer el tráfico de influencias sin el menor sonrojo, por ejemplo. Lo cierto es que entre refrán y refrán los fondos públicos se hacen humo.

Mientras tanto hay un dato exhorbitante que desconcierta y abruma: El índice de popularidad de la asamblea nacional alcanza a duras penas el 2%. Ese número es el mayor monumento a la ineficiencia de que se tenga memoria, más aún si se considera que al momento hay 60 legisladores con procesos judiciales por picardias delincuenciales. Si se tratara de un partido de fútbol -sea válido para dimensionar el episodio- la Asamblea perdería por 134 goles de un total de 137 asambleístas.

En esas delicadas circunstancias, esta es la oportunidad para que el gobierno pase a la historia con un acto que le dignifique: bastaría que aplique la muerte cruzada y disuelva la asamblea por la grave crisis política que ha generado: causal constitucional para su desaparición. No aprovechar la ocasión significaria que el gobierno pierde el partido de fútbol por 137 goles a cero. Solo es cuestión de saber un poco de aritmética. ¿Verdad? (O)