¿Quiénes han hecho su agosto?       

Claudio Malo González

OPINIÓN|

Por “Hacer su agosto” se entiende un buen negocio o, en términos coloquiales, buena racha para ganar más dinero. Este aserto se originó hace mucho tiempo por buenas cosechas de cereales que tenían lugar ese mes. En la sociedad urbana –que no produce, pero sí come cereales- se usa para golpes de suerte o aprovechamiento de la viveza criolla; con frecuencia, está dedicado a sapos y zapadas cuando se pasa por alto el contenido delictuoso en “homenaje” a esa cuestionada viveza.

Hoy termina agosto, lo que nos lleva a pensar quienes “hicieron su agosto” en esta pandemia en el que mucha gente anda jodida por los efectos económicos del COVID19. Allí están los que estafaron a los enfermos con sobreprecios en insumos médicos a centros de salud estatales, entre ellos un “exitoso empresario” que no disfruta de sus ganancias en su lujosa casa de Miami, sino en una cárcel de Quito y es pana del club Bucarán, cuyos miembros andan con orden de prisión o engrilletados. Los que vendieron fundas de cadáveres a precios exorbitantes, como si los muertos fueran millonarios.

Para las elecciones, los candidatos presidenciales casi llegan a la veintena. Es un buen negocio porque papá Estado paga parte de las campañas y por el no monetarizado salario de vanidad que hace noticia de primera plana a muchos NN gratuitamente. No faltan los que cambiaron la democracia en corruptocracia que pretenden retornarla comenzando por su gran jefe.

Falta alguien. En nuestro país los presidiarios tienen derecho al voto. Jorge Glas puede candidatizarse por ellos, con el término de moda “perseguidos políticos”. La cárcel de Latacunga sería un lugar adecuado para central de campaña. (O)