Sumaypamba oasis escondido

Gonzalo Clavijo Campos

OPINIÓN|

Desplazándonos por la vía Girón-Pasaje, pasando Santa Isabel, en Huascachaca, nos encontramos con un paisaje desolador por la erosión causada por el viento y el agua. Nadie podría imaginar que, a tan solo 10 kilómetros, ingresando por la vía a Ugchucay, en la margen izquierda del río Jubones, hay dos parroquias con gran riqueza agrícola y belleza paisajística: Sumaypamba y San Sebastián de Yúluc.

Ellas pertenecen a Saraguro, provincia de Loja y con el trabajo constante de sus habitantes han sido capaces de transformar el desierto en verdaderos oasis, con grandes extensiones de cultivos de cebolla y  yuca de excelente calidad, pimiento y los cítricos que se comercializan en Azuay, El Oro y Guayas generando empleo e ingresos económicos.

La labor del Gobierno Provincial de Loja, con recursos obtenidos de la Comunidad Europea, es preponderante. Cuentan con riego tecnificado desde el río Jubones, la vialidad y  el apoyo a la producción se atienden con gran responsabilidad, marcando diferencia con nuestra provincia del Azuay en el área rural, con la vialidad destrozada y equipo  caminero obsoleto en su mayoría recibido en donación del Gobierno Japonés hace más de 20 años.

José Macas de 52 años, agricultor de Playas de Sumaypamba, considera  además providencial la ejecución del “Proyecto Eólico Minas de Huascachaca”, por parte de ELECAUSTRO S.A, por cuanto en seguida han llegado los importantes beneficios para las dos parroquias con la reconstrucción de la vialidad primaria, centros para comercializar la cebolla, capacitación para tener producción limpia y el mejoramiento de sus servicios básicos.

¡Sumaypamba y San Sebastián de Yúluc son un gran ejemplo para las 61 parroquias azuayas qué si es posible mejorar la producción agrícola a gran escala con apoyo institucional y en este caso por la ejecución del Proyecto Eólico que generará energía limpia, pero también recursos  y bienestar para su buena vecindad! (O)