“Baratito y con yapa”

Hugo Lucero Luzuriaga

OPINIÓN|

Lema de la campaña municipal para reactivar los mercados en la ciudad de Cuenca, una situación harto difícil dado el caos de ventas por doquier. La pandemia desencadenó estas arbitrariedades en función de buscar el “medio” para subsistir además del miedo a los contagios en las aglomeraciones y reuniones.

Ante la venia cómplice de autoridades y ni que decir de la misma ciudadanía se crearon mercadillos, en función de una crisis sanitaria, en las entradas de las casas, en garajes, veredas y hasta en la misma vía pública, ladeando a los mercados municipales, sin que se pueda, por lo menos, llamar la atención por parte de las autoridades correspondientes. Los días pasan y se siguen incrementando, a la deriva, estos puestos de expendio de alimentos desde verduras hasta pescados, pasando por ropa y artesanías, convirtiendo a la ciudad de Cuenca en un pueblucho donde cada quien hace lo que necesita o lo que le viene en gana, cundiendo el desorden y la anarquía.

Comprendemos y vivimos necesidades unos más que otros, la pandemia sigue causando estragos y dejando huellas, empero, entendamos que también es importante y necesario el orden social y más acciones que regulen la convivencia ciudadana. Es mandatorio motivar el cumplimiento de las más elementales normas del convivir ciudadano. No más espontáneas “nuevas ferias libres” y afines, con el correspondiente incumplimiento de regulaciones como de pesas, medidas y, lo más importante, la carencia de las más elementales normas de higiene para el expendio sobre todo de productos alimenticios.

Debe ser un compromiso de todos, evitando lo punitivo, de manera especial de vendedores, compradores, dueños de locales y muy particularmente de las autoridades municipales el tratar de evitar el caos que se está generando en una ciudad, “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, que a este paso podría llegar a ser tierra de nadie, por ello, aplaudimos la iniciativa del “baratito y con yapa” y otras para reactivar a los mercados. Si hemos sido parte del problema, seamos también parte de las soluciones. (O)