Luis Arce, el economista que gobernará Bolivia ¿a la sombra de Evo Morales?

Arce se impuso en los comicios con el 55,1 % de la votación

Economista, socialista y exministro de un gobernante que permaneció en el poder durante casi 14 años continuos, Luis Alberto Arce Catacora, fue confirmado ganador de las elecciones generales celebradas en Bolivia el domingo devolviendo al poder al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales.

Arce se impuso en los comicios con el 55,1 % de la votación, un porcentaje que ni siquiera la más amplia encuesta preelectoral realizada en el país anticipó, pues los sondeos vaticinaban una segunda vuelta con el expresidente Carlos Mesa (2003-2005).

Nacido en La Paz en 1963 en una familia de clase media, Arce es un economista titulado en la estatal Universidad Mayor de San Andrés de La Paz con una maestría en la universidad británica de Warwick.

El exministro se casó dos veces y tiene tres hijos de su primer matrimonio.

Militante socialista desde su juventud, Arce desarrolló su carrera en el Banco Central de Bolivia, entidad a la que ingresó en 1987, hasta que en 2006 juró como ministro de Economía en el primer periodo de Evo Morales.

TRAYECTORIA GUBERNAMENTAL

Junto al excanciller indígena David Choquehuanca, quien será su vicepresidente, Arce ha sido una de las autoridades con más permanencia en el Gobierno de Morales, interrumpida únicamente entre 2017 y 2019.

En ese periodo se alejó del cargo para tratarse fuera del país un cáncer de riñón y luego volvió al Ministerio de Minería en enero de 2019, hasta la crisis social y política de octubre y noviembre de ese año.

En las primeras semanas de la crisis, Arce estuvo refugiado en la embajada mexicana en La Paz y luego pudo dejar el país por unos meses con un salvoconducto otorgado por el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

Tras un breve paso por Argentina para definir junto a Morales las candidaturas del Movimiento al Socialismo (MAS) para los comicios generales del pasado 18 de octubre, el exministro retornó a Bolivia a fines de enero pasado para empezar a perfilar la campaña electoral.

En el MAS lo identifican como uno de los gestores del «milagro económico» por el que Bolivia logró un crecimiento inusitado entre 2006 y 2014, un despunte que Arce atribuye al llamado modelo «económico social comunitario productivo» puesto en marcha por su partido, con el Estado como protagonista y la «redistribución» de dinero mediante asistencias sociales a niños, ancianos y mujeres embarazadas..

Dentro de ese modelo una de las claves fue la nacionalización de recursos naturales como el gas, el sostén de la economía boliviana en los últimos años, una política que se atribuye a Arce, pero que fue gestada por el fallecido economista y presidente de la petrolera estatal YPFB Carlos Villegas.

Para los detractores del MAS, el crecimiento económico se debió a un contexto externo favorable con precios altos de materias primas y un declive que empezó a notarse a partir de 2015, cuando comenzaron a disminuir las reservas internacionales, el crecimiento fue menor y el déficit aumentó.

Aunque las cifras decían lo contrario, Arce siempre ha rechazado aquellas críticas y apunta al actual Gobierno transitorio como responsable de la recesión económica en que ha entrado el país producto de la pandemia de la covid-19.

A LA SOMBRA DE MORALES

El MAS se decantó por Arce como su candidato presidencial por sus credenciales como ministro, en un intento también por reconquistar a la clase media, en la que había perdido terreno en los últimos años.

Inicialmente el respaldo a su candidatura no fue unánime dentro del partido, pues los militantes indígenas y campesinos esperaban a un postulante salido de esos sectores, pero se resignaron a que Choquehuanca, de origen aimara, postule a la Vicepresidencia.

La duda que muchos tienen es si ahora que el MAS ha retomado el poder gobernará Arce o lo hará a la sombra de Evo Morales, quien ha sido un muy activo jefe de campaña del partido, con declaraciones desde Argentina que causaron polémica en su momento y que fueron suavizadas por el mismo exministro u otros militantes desde Bolivia.

Como la reciente declaración de que los medios de comunicación son «enemigos número uno» del MAS y que habrá que «hacer algo» con ellos, a lo que Arce refutó que la prensa «juega un rol protagónico e importante» y que quiere recuperar la «patria» junto a los periodistas.

Arce asegura que será el presidente del país el que tome las decisiones, aunque hay sectores «masistas» que no se resignan a opacar el liderazgo de Morales. EFE