Modelo de las donas

OPINIÓN  |

Recientemente se publicó el libro “Economía rosquilla o Economía del donut” escrita por Kate Raworth; ella invita a ver una nueva economía para conseguir una prosperidad. Piensa que existen límites planetarios, pero antes, límites personales para encontrar un bienestar y un confort, que nos preocupamos de vender mucho y de extraer mucho con una enorme contaminación. Así, solo para señalar un ejemplo, se lanzan 8 millones de toneladas de plástico cada año, por lo que propone avanzar en una economía circular, dejando la economía lineal, puesto que, esta economía de carácter lineal, no hace un favor eficiente a las personas y al medio ambiente.

Esta economía de carácter circular, parecida al de una rosca, mira primero la finitud del planeta y establece límites. Estos límites no se deben rebasar. El primer círculo de la rosquilla que no se debe rebasar se refiere: uno, al cambio climático; dos, la acidificación de los océanos; tres, la erosión de la biodiversidad; cuatro, los cambios del uso de la tierra por la deforestación y la urbanización; cinco, el consumo del agua dulce; seis, los ciclos de nitrógeno y fósforo; siete, la carga atmosférica de los aerosoles que altera el régimen de lluvia; ocho, la destrucción del ozono atmosférico; nueve, la contaminación de diversa índole nuclear y plástica.

De hecho, los científicos identifican en este momento dos causas principales que afectan al planeta, el clima y la biodiversidad y, claro, en los dos ya estamos en rojo. En el segundo círculo de la rosquilla, plantea Kate, entre ellos están otros límites indispensables para conseguir el bienestar tales como el alimento, la atención médica, la educación, acceso al agua potable, energía, vivienda, igualdad social, igualdad de género, paz y justicia y acceso a las redes. Dice hay que pensar que existen personas que no tienen acceso ni a alimentos ni al agua. Los países más ricos son los que rompen el techo ecológico, por lo que las desigualdades son incompatibles. (O)