Candidatos a la Asamblea

En las elecciones previstas para febrero de 2021, los 618.406 electores empadronados en Azuay tendrán para escoger a los próximos cinco asambleístas provinciales de entre 90 candidatos que corresponden a 21 grupos políticos, la mayoría movimientos.

Semejante ‘explosión’ de candidaturas obedece a que, en Ecuador, por el afán maniqueo de acabar con los partidos se legisló para la creación de movimientos. Se pasó de la partidocracia a la movimientocracia. Pero, en el fondo, los “vicios” políticos, no solo que siguen, sino que se profundizan.

Nacen movimientos como por generación espontánea, siempre alrededor de alguien conocido por la gente, o que se crea serlo. Y en esa misma medida se reproducen los candidatos. Si ganan, con honrosas excepciones, son parte de Concejos Cantonales y Consejos Provinciales, casi que mediocres. Sucede igual en la Asamblea.

Este Diario publicó ayer las listas de los 90 aspirantes a la Asamblea en representación del Azuay. Lo hizo para que los electores comiencen a conocerlos, aunque lo más útil será revelar sus hojas de vida. Y en eso estamos.  Los hay de todo: desde dirigentes barriales, parroquiales, uno que otro convencido de su ideología, hasta otros que aspiran a la reelección, pese a ser parte de uno de los peores legislativos de los últimos años, a tal punto que apenas tiene la aprobación popular del 2 %.

Bajo la premisa de que todos los ecuatorianos tienen el derecho a elegir y ser elegidos, no es menos cierto que el país requiere que a la Asamblea lleguen representantes que legislen a la luz de realidad socioeconómica, sobre todo la de la postpandemia; que piensen que urge un nuevo modelo de Estado; que hay leyes que se sobreponen y, por lo tanto son inútiles, como en el agro, por ejemplo, para el cual hay ocho normas; que fiscalicen con rigor, y que lo que hagan, lo hagan con transparencia.

Los propuestos para representar al Azuay tienen el deber moral de explicar a los electores por qué y para qué quieren ser asambleístas; pero mucho más aquéllos en cuyo poder, el del voto, está elegir a quienes se lo merezcan. Y tendrán 90 opciones para escogerlos “en plancha”.