Inestabilidad “Constitucional”

No nos referimos a nuestro país, nos preocupa lo que ocurre a nuestro vecino del sur en lo referente a los cambios de presidente dentro de un mismo período. La tradición republicana en América Latina –en unos países más que otros- se caracteriza por la secuencia demasiado frecuente entre gobiernos constitucionales y dictaduras militares en las perdían importancia las leyes, comenzando por la constitución, ante la total concentración del poder en el dictador lo que en parte explica el excesivo número de cartas magnas, como si el cambio de constitución solucionase los problemas de inestabilidad que tanto daño han hecho.

Renuncias o fallecimientos de primeros mandatarios justifican estos cambios, ya que la sustitución por parte del vicepresidente electo soluciona el problema. En el caso del Perú, en el último período que se inició en 2016, ha habido tres presientes, el último de los cuales, a los pocos días renunció a la designación del congreso, lo que indica que habrá un cuarto a pocos meses de las próximas elecciones. Estos cambios han tenido lugar sin intervención del ejército y sin que haya fallecido ninguno de los mandatarios, sino dentro de un marco constitucional. En una democracia, se espera que la elección popular legitime la presidencia y se cumplan los períodos electorales.

El factor corrupción parcialmente explica esta anomalía; algunos de los anteriores mandatarios están procesados, incluido uno de ellos que se suicidó. El elegido en 1916 renunció hace dos años por sospechas de corrupción y le sustituyó el vicepresidente cuya gestión le ganó un fuerte apoyo popular como demuestran los últimos acontecimientos, pero fue destituido por el Congreso, asumiendo el poder su presidente. Ante los levantamientos populares en favor del destituido, renunció. Difícil explicar este problema en el que pesa la hostilidad entre los poderes ejecutivo y legislativo en lugar de la colaboración complementaria que debe haber. Esperamos mejores días para nuestro vecino. (O)