Nuevas cadenas

Ana Abad R.

Doscientos años después de aquel Tres de noviembre de 1820, bien vale la pena cuestionarse si hemos logrado sostener el espíritu libertario de quienes ofrendaron la vida en su lucha hacia la Libertad, más aún si desde la época más oscura de la historia contemporánea del país empezaron a llamarnos Gobiernos Autónomos Descentralizados. El estado de propaganda en que vivimos y que pretendió ocultar el histórico olvido y abandono del Gobierno con Cuenca y el Azuay –incluso cuando tuvo más ministros y funcionarios en el poder–, exige a sus actuales pobladores “alcanzar la nueva libertad” que, sin duda, es terminar con este atávico centralismo que como bien señala el Foro Autónomo Ciudadano por el Bicentenario “no es imputable a la capital del país, sino a un modelo de Estado que no puede mantenerse” y que, además, intenta de la manera más cínica concesionar nuestro territorio a las empresas mineras a cambio de “treinta monedas de oro”. Nuevas cadenas intentan atarnos, sin embargo, el espíritu libertario camina entre nosotros por los derechos y las libertades, por el agua, por la erradicación de la violencia de género, por el combate a la corrupción…por las muchas razones que nos acogen para decir ¡basta! Cuenca merece un trato justo y equitativo frente al resto del país. (O)