El agua de Cuenca no es un recurso ilimitado

En los últimos días, el líquido ha sido irregular, sobre todo en las parroquias rurales de Cuenca.

En Santa Ana, la población ha tenido que traer el agua desde la ciudad para abastecerse. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Desde hacía un mes, Luis Pinos tiene que ir a la ciudad para abastecerse de agua, porque el líquido que llega a la parroquia Santa Ana no avanza para cubrir con sus necesidades y las de su familia.

Luis no es el único que tiene problemas para contar con agua: en los últimos días, el abastecimiento del líquido potable no solo es un inconveniente en Santa Ana, sino en las zonas periurbanas que se alzan sobre Cuenca.

Según Etapa, hay tres razones por las que el flujo de agua no es normal. La primera se debe a la altura de algunas de las parroquias rurales, la segunda está relacionada con la época de estiaje que vive el cantón y la tercera se debe al consumo excesivo de la población.

Normalmente en noviembre la lluvia cae sobre la ciudad, sin embargo, los días secos se han extendido, y por lo menos hasta mediados de este mes la época lluviosa no comenzará, según explicó Fabián Cazar, gerente del departamento de Agua Potable y Saneamiento de Etapa.

“Esta época ha sido atípica. Podíamos hablar de un cambio climático. Otro problema que tenemos es que el feriado incrementó el consumo del agua. La población pudo percibir una deficiencia en la presión por la disminución del caudal”, dijo Cazar a diario El Mercurio.

Solo en Ricaurte, en los días festivos, aumentó el consumo de agua en un 20%. Este porcentaje únicamente es comparable con lo que sucedió en los primeros días de confinamiento, en los que también la población cuencana consumió más agua de la que debía.

Finalizado el feriado, según Etapa, hasta el 6 de noviembre ya se podía hablar de una normalidad en el consumo, no obstante, recomendó mantener la moderación para evitar racionamientos del agua.

Soluciones

El gerente del departamento de Agua Potable y Saneamiento de Etapa explicó que en Santa Ana ha habido problemas, principalmente porque sus fuentes de agua y las plantas potabilizadoras ya no son suficientes para abastecer a sus habitantes.

Por lo general, a Santa Ana llegaba entre 5 y 6 litros de agua cruda a las plantas potabilizadores. Pero hoy, llega entre 3 y 3,5. Ante ello, Etapa ha tenido que racionalizar el agua.

“La gente tiene que entender que esa agua es solo para consumo humano. Hemos hecho recorridos y hemos visto que el agua potable se usa en construcción, en riego, en lavar carros. La ciudadanía tiene que darse cuenta que el agua es limitado y tenemos que cuidarlo”, dijo Cazar.

Para el problema de Santa Ana se busca una solución a mediano plazo: captar el agua del río Yanuncay, a través de la planta de Sústag. Para ello se lleva a cabo un estudio que estará listo hasta el primer trimestre del 2021. La inversión, según Etapa, supera los diez millones de dólares.

“Queremos evitar traer agua de otras fuentes. Cada día somos más población en Cuenca y el recurso de agua no es que se incrementa. Lo ideal sería mantenernos. Queremos que se priorice y se regule el uso”, dijo Cazar. (I)