La ética

Nancy Negrete Martínez

La Universidad del Azuay organizó el Congreso Internacional de Ética. A propósito de esta contribución de investigación a la sociedad es pertinente decir que la ética supone una aproximación transdisciplinaria de distintos profesionales, que aporten en la reflexión desde un lenguaje común y con criterios más o menos consensuados. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la sociedad no ha logrado llegar a una reflexión plena de lo que John Rawls (1971) diría, “La Teoría de la Justicia”, el debate sobre un “modelo de justicia distributiva que establezca las bases para una sociedad equitativa”.

En los actuales momentos, la ética no pasa de ser un cartel usado en las políticas públicas donde se ha quedado estancado en aportes; donde la discusión de particularismo o universalismo se desconoce y solo es un ideal esa construcción de conceptos de justo, de justicia social y de derechos.

Estamos en una sociedad que tiene como base el igualitarismo, pero que, a su vez, en el reparto de justicia, el poder sitúa a los otros por fuera, los segrega, los olvida. Las condiciones no han cambiado, pues, los planteamientos de igualdad solo benefician a unos pocos.

La historia juzgó los comportamientos éticos en su momento; hoy, nos toca juzgar la nueva convivencia, las relaciones que se están construyendo, los nuevos colonialismos que continúan manteniendo con esa condición de amos, a unos cuántos.

Las justificaciones para hablar de una igualdad de condiciones, siempre sobran. Vivimos un futuro incierto, esperando algo mejor; pero, ¿para qué esperar? La transformación del sistema para mejorar las condiciones y oportunidad de acceso a los derechos debe ser hoy, reaccionando, comprometiéndonos en contribuir a la construcción de una sociedad más igualitaria, bajo un mismo criterio ético: la integridad, la gratitud y la solidaridad. (O)