Se debería «empezar a vacunar ya», sugiere una epidemióloga ecuatoriana

Catalina Yépez, epidemióloga. EFE

La epidemióloga ecuatoriana Catalina Yépez advirtió de un retraso en la respuesta para combatir la pandemia de la covid-19 y sugirió «empezar a vacunar ya» pues, a su criterio, llegar al nivel de inmunización de rebaño podría tomar todo este año 2021.

Ecuador debería «buscar vacunas ya comprobadas» y «empezar a vacunar ya», pues «creo que estamos un poco tarde» en la respuesta para intentar controlar la pandemia, mencionó Yépez en una entrevista con Efe.

La exconsultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aseguró que Ecuador debería tener como meta llegar con la vacuna al 75 por ciento de la población para alcanzar la llamada «inmunidad de rebaño».

Ese volumen de vacunación no es fácil de alcanzar, ya que los programas de inmunización demandan personal capacitado, infraestructuras adecuadas, una buena logística de distribución y planes de información, entre otros aspectos.

Además recordó que las vacunas se presentarán en porciones de dos dosis, por lo que el desafío es mayor si se quiere inmunizar al 75 por ciento de la población, que en el caso ecuatoriano supone 12,75 millones de personas.

«La única forma es con las dos dosis y al 75 por ciento» de la población, pues «lo demás es demorar la salida de la pandemia», apostillo Yépez.

Y es que para la experta, «la población ya quiere salir» de la pandemia, después de haber estado sometida a severas restricciones desde el pasado febrero, por lo que la acción estatal debe ser eficaz y rápida.

La población, también, debe contribuir con el cuidado y la protección como hábito de conducta de aquí en adelante, sobre todo con el uso de las mascarillas, especialmente en espacios cerrados; el distanciamiento físico de al menos dos metros de distancia y el lavado y limpieza frecuente de manos.

Los planes estatales, según Yépez, debería considerar que al menos el 20 por ciento de la población debe acceder a la vacuna en el corto plazo, para alcanzar el porcentaje adecuado (75 por ciento) hasta finales de 2021.

«Esto va a tomar al menos un año» y se necesita una gran gestión de comunicación para que la población mantenga las normas de lo que se denomina «la nueva normalidad», apuntó Yépez.

La experta también se refirió a las distintas vacunas que se han ofrecido en el mercado y dijo que se deberían preferir las que ya han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se refirió a la vacuna Pfizer, aprobada por Ecuador que ya ha demandado dos millones de dosis, con una primera remesa de 50.000 que llegará este mismo mes.

También sobre la ofrecida por AstraZeneca-Oxford, ya en circulación en Reino Unido y Argentina.

Comentó que la de Pfizer es más cara, con un coste de unos 18 dólares, y que requiere estar refrigerada a 70 grados centígrados bajo cero, una condición que podría generar dificultades por la carencia de equipos especiales requeridos en esas condiciones.

La de AstraZeneca es más cómoda, con un valor de unos 4 dólares y que se puede mantener en los congeladores que el país dispone para almacenar las vacunas que ya circulan.

Cualquiera que entre esas dos u otras opciones, se requiere que la gente obtenga las dos dosis para una garantía total, pues una sola de ellas sólo permitiría calmar momentáneamente el sistema sanitario y aliviar en algo la economía, pero no acabaría con la pandemia, sostuvo Yépez.

Para Yépez, «hasta finales de 2021 no se estará libre de la pandemia», pero también existe la posibilidad de que se presenten nuevas mutaciones del virus, como las variantes que se han surgido últimamente en Europa, señaló la epidemióloga que no descarta «presentaciones» más agresivas del SARS-CoV-2.

Por ello recomendó «no relajar» el cuidado y mantener con rigurosidad la nueva conducta biosanitaria. «No hay más» porque el ser humano, después de lo vivido en 2020, debe comprender que en adelante habrá la posibilidad de la aparición de algún eventual nuevo patógeno parecido al de la covid-19.

Asimismo, Yépez dijo que el Estado debe también asumir su rol ante la nueva realidad y pensar firmemente en fortalecer la «atención primaria de salud», para detectar a tiempo las enfermedades. EFE