¿Cuál es primero salud o dinero?

Roberto Vivar Reinoso

Entre salud y dinero, cuál será prioritario durante este año. Los dos es la respuesta. Por eso la mayoría sale a las calles, se aglomera, prescinde de la mascarilla, descuida ciertas precauciones, no por capricho o indisciplina sino necesidad de buscar el sustento diario. “El confinamiento resulta bueno para la salud, pero fatal a la economía”, señalan los sectores productivos ecuatorianos, que calculan pérdidas por 28.000 millones de dólares desde marzo pasado. Mientras la CEPAL señala que Ecuador retrocedió diez años en su desarrollo, siendo el país más afectado de la región. Y apenas recuperará el 1% del retroceso por 9,7% del PIB, frente a los demás que alcanzarán el 3,7%.

Hay cansancio de oir Covid-19 a cada instante y verlo por doquier. Se le perdió el miedo. Por eso muchos hacen caso omiso de las restricciones. Pues además de lo económico el aislamiento afecta lo social y educativo  entre la niñez y juventud. Para los estudiantes no es lo mismo en efecto sentarse casi siempre en soledad frente a una pantalla; recibir clases a distancia; apenas ver el rostro de maestros y compañeros. Tampoco pueden ocupar el tiempo libre en actividades físicas especialmente, porque los centros especializados están cerrados. Mientras esas grandes infraestructuras educativas permanecen abandonadas, silenciosas, descuidadas, inservibles.

Algunos creen que las vacunas contra el coronavirus serán la panacea. Nada seguro. Es que su acción es sólo preventiva. Y atención a la letra pequeña que traen las especificaciones, donde las farmacéuticas deslindan responsabilidad por reacciones negativas ulteriores, según denuncian líderes mundiales y redes sociales.

El año 2021 la salud y la economía deben ir de la mano, para no sucumbir a la pandemia pero tampoco al hambre e inactividad.  (O)