El cuentero del Huasipungo

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

Qué decepcionante el mal llamado “debate presidencial” el que debió llamarse “dimes y diretes” en el que la “sarta” de candidatos, exceptuando a dos de los presentes, no supieron expresar con claridad y precisión su plan de gobierno. Pero al mismo tiempo se auto eliminaron antes de la primera vuelta, junto a los dos ausentes, y le hicieron al Ecuador un gran favor: el país entero ya sabe con certeza por quiénes no votar. Las malas lenguas comentan que el ausentismo del par de inefables fue una estrategia para no desgastar las neuronas que van a necesitar, quieran o no, en el debate obligatorio organizado por el CNE. Algo así como en los años ochenta, cuando los alumnos se ranclaban para no dar exámenes o por ociosos, o porque exportaban barriles de agua o porque extraían oro de celulares y terminaban aplazados o suspensos con riesgo de perder el año lectivo, o las elecciones, que da lo mismo.

Durante una entrevista que le hicieron al cuentero del huasipungo, le preguntaron por qué respaldó la asonada de Quito del 2019, de la que existen videos en los que se le observa en medio del pandemónium junto a Vargas e Iza, siendo un hecho irrefutable que los dos últimos retuvieron a personas por la fuerza. Negó dicho respaldo aduciendo que condena la violencia y, sin embargo, en esos días, atropelló a Cuenca a vista y paciencia de nuestras autoridades. Primer cuento.

También mencionó que no está distanciado de Vargas e Iza, pero hace quince meses que no se dicen ni pío y “cada uno anda en su andarivel, yo no puedo darles pensando ni diciendo qué hacer”, agregó. Segundo cuento.

De llegar a gobernar el país propone invitar sólo a los empresarios que pagan impuestos a colaborar con él, pues ese hecho denotaría que son ciudadanos honestos. Según el SRI, del 2001 al 2018 no registró ninguna declaración, ni pagó impuestos. ¡Qué ironía! Habiendo ejercido la cátedra en tres universidades y siendo abogado de profesión, mencionó que sus honorarios son cancelados con abrazos, agradecimientos y llantos de felicidad. Tercer cuento.

La cereza del pastel de su “plan de gobierno” es la expropiación de tierras, a los que tengan demasiadas hectáreas improductivas. Esto ya no es cuento, es abuso.

Pero lo que aún no sabe el cuentero es que ya perdió las elecciones, con sus cuentos y contradicciones. (O)