Tragedia

Josefina Cordero Espinosa

“… cómo se pasa la vida,

Cómo se viene la muerte tan callando;

Cuán presto se va el placer,

cómo, después de acordado da dolor

cómo, a nuestro parecer

Cualquiera tiempo pasado fue mejor.” Jorge Manrique

Los corazones laten con un doblar de campanas, con ese sonido bronco de un molino de trigo triturando entre sus piedras harina de soledad, polvo de olvido, amasijo de pan ázimo para la boca abierta de la muerte que se alza entre un horizonte de moscas azules. El mundo se encuentra consternado en las sombras entre abrazos de oscuridad y de nada.

Se acabó el refugio hogareño de las casas, el trinar de los pájaros y la alegría de los niños. Se secaron los chorros de agua y los manantiales de ternura de las madres. Vuelan las gaviotas oteado las orillas del mar pobladas de dolor y tristezas.

Pero mientras se silencian las palabras y se elevan los gemidos, es la angustia del pueblo la que abre surcos de esperanza, pone siembras heroicas de hermandad desafiando con amor este cataclismo. Se siembra también la esperanza que vendrán tiempos mejores. (O)