Premio a la ineptitud

Gerardo Maldonado Zeas

La máxima condecoración a la ineptitud se lleva largo el Consejo Nacional Electoral. No ha podido nada, su historial de tropiezos demuestra que son un organismo sin liderazgo, y por la timidez de sus integrantes se ha dejado pasar todo tipo de irregularidades.

Desde las inscripciones de candidatos; han permitido que el correísmo se burle en la cara de los ecuatorianos, con un cinismo único. Cédulas falsas, candidato a la vicepresidencia ausente, luego cambiado como les dio la gana. Ahora circula en las redes el ofrecimiento de entregar un “anticipo” de 250 dólares de los 1000 ofrecidos a un millón de personas. ¿Qué hace el CNE para controlar esto? ¿De dónde salen estos fondos? ¿Dónde está la Fiscalía, la UAFE, el SRI?

Se viola sin miedo el artículo 204 del Código de la Democracia: “los sujetos políticos que aspiren o participen en una elección popular u opciones de democracia directa, no podrán entregar donaciones, dádivas o regalos a las ciudadanas y ciudadanos, a excepción de los artículos promocionales reglamentados”

Han dejado que se promocionen en las lonas y demás formas de comunicación, la figura de un condenado; botaron a la basura el 70 % de las papeletas para presidente, porque nadie tuvo la precaución de confirmar la prueba de color; y para coronar la tragedia de este organismo, no pudieron imprimir las papeletas para asambleístas andinos.

A una semana de las elecciones, los candidatos mafiosos, han hecho lo que han querido; el pueblo ecuatoriano dolido por la crisis, es presa fácil de las ofertas demagógicas, a vista y paciencia de las autoridades de control, que dan explicaciones tibias ante los problemas.

Con estos antecedentes, los ecuatorianos debemos estar atentos al día de las elecciones; los honrados de este país, que somos muchísimos más, nos convertiremos en los primeros veedores del proceso, estaremos atentos en el recinto electoral, y por supuesto, esperaremos luego de las 5:00 pm, para ver si no hay apagones, caídas de la página web y demás artimañas, las cuales ya vivimos hace poco tiempo. (O)