Verónica Guazhambo combina el arbitraje con las responsabilidades de madre y estudiante

La cuencana es la única mujer en el Azuay que ascendió este año a Segunda Categoría.

Verónica Guazhambo (D) junto a su compañera Marily Tamay, de Biblián.

La cuencana Verónica Guazhambo forma parte de los árbitros élite del Azuay que harán presencia en diversos certámenes nacionales organizados por la Federación Ecuatoriana de Fútbol y la LigaPro. Este año ascendió a Segunda Categoría y cada vez se acerca a su sueño de dirigir en el balompié profesional.

Guazhambo, oriunda de la parroquia Sayausí, es madre soltera y cursa el último año de la carrera de Cultura Física en la Universidad de Cuenca. Su familia es un pilar fundamental en su crecimiento personal y profesional.

“El apoyo económico de los papás, aparte del sentimental, del emocional, ayuda muchísimo. Ellos han sido mi sustento, mis pilares, gracias a ellos estoy avanzando”, asegura sin antes agradecer también a quienes están al frente de las diferentes comisiones de árbitros por cada vez dar mayores oportunidades a las mujeres.

Verónica se graduó del Curso de Árbitros en 2017. En 2018 y 2019 se mantuvo en Cuarta Categoría y en 2020 ascendió a Tercera.

“Este año se viene un reto enorme, primero mantener la Segunda Categoría y a la vez dar un pasito más arriba que sería Primera B…, todas esas gratitas que debemos ir ascendiendo son duras, pero no son imposibles”.

Conforme se asciende en el escalafón, las exigencias son mayores. “Cuando empecé en Cuarta no se veía tan complicado…, cuando estaba en Tercera ya se sentía la presión, ya no basta con bajar a entrenar dos, tres días a la semana… Ahora en Segunda voy recién un mes, pero ya se siente que hay que exigirse el doble, el triple porque el fútbol es rápido”.

Confiesa que las pruebas físicas pueden llegar a ser frustrantes incluso varias veces pasó por su mente retirarse, pero ahí tuvo el ánimo de sus compañeros y guías. Hoy está convencida que el arbitraje es “una prueba de resistencia”. Está dispuesta a enfrentarla mientras “Dios no diga hasta aquí llegaste y es mejor que te retires”.

Verónica Guazhambo junto al árbitro profesional Augusto Aragón.

– ¿Nos puede graficar las pruebas físicas que deben realizar?

La prueba consiste en dos etapas. La primera es de seis piques de velocidad, tenemos que hacer una carrera de 40 metros en máximo seis segundos con 40 centésimas; en los varones es la misma prueba, pero en menos de seis segundos.

La segunda etapa es una prueba intermitente, de resistencia. La pista atlética se divide en cuatro zonas. La primera tiene 75 metros, las mujeres tenemos que recorrer en 17 segundos, luego caminamos o trotamos 25 metros en un tiempo de 20 segundos.

– ¿Cómo es su preparación física para estar a la altura de dichas exigencias?

Intentamos entrenar con los varones, no es fácil, tampoco digo que esté a nivel de ellos. Los lunes se hace algo regenerativo, 5-6 km; los martes, un poco de fuerza, con pesas, es casi trabajo de gimnasio; el miércoles hacemos velocidad; los jueves hacemos técnica arbitral…

Hay días en que hacemos velocidad y resistencia, como hay el test fartlek hacemos 100 metros trotando y 200 de velocidad… Por la pandemia no hemos podido mantener el mismo ritmo que veníamos del año anterior.

– ¿Cómo se organiza para llevar el arbitraje a la par de sus otras actividades?

Yo tengo un hijo de cinco años y muchas veces he tenido que dejarle con alguna tía, con mi mamá, con mis hermanos…, aparte tenemos clases en la Universidad, ahora como es virtual nos ahorramos un poco de tiempo en ir y venir. Pienso que cada profesión tiene sus sacrificios…

Lo que me he propuesto este año es levantarme temprano cueste lo que cueste e ir a entrenar un ratito. Mientras estoy en clases de la Universidad le ayudo a mi hijo que reciba sus clases. Después del almuerzo ayudamos un poquito en casa y a las 17:00 salimos otra vez a entrenar…

Verónica Guazhambo (D) previo a un partido interestudiantil en 2019.

– ¿Qué es más complicado, un partido de hombres o uno de mujeres?

Creo que los dos, pero en diferentes aspectos. En los varones hay un juego más táctico entonces uno ya puede anticiparse, el punto malo sería que el tema físico exige más, por ende, el árbitro tiene que correr más, tiene que rendir más para estar cerca de la jugada…

En el futbol femenino creo que las árbitras estamos a la par incluso se puede decir que tenemos un poco más de físico que las jugadoras, pero en Ecuador hay más contacto en el fútbol, hay más faltas, como que el juego viene a ser un poquito brusco…

Las mujeres por sí somos un poquito más complicadas, no entendemos siempre por qué la jueza juzgó de esta manera, como que prendemos la chispita y reclamamos más… en los partidos que me ha tocado dirigir de varones ya no reclaman tanto, pero con las mujeres no sé si por el hecho de ser mujer que les da confianza y como que se expresan más.

– ¿El arbitraje da para vivir en las formativas?

No, pero hay que seguir… Por partido ganamos 90 dólares, pero dependemos de las designaciones. Como somos varios árbitros no es que todos podemos salir semana tras semana, no se sale más de una vez por mes porque hay alrededor de 80 árbitros, todos vamos rotando. (BST)-(D)

Detalle

Verónica admira a la árbitra asistente FIFA Mónica Amboya. “El hecho que ella haya podido llegar donde está quiere decir que nada es imposible”.

Árbitros élite del Azuay 2021.

Árbitro FIFA: Luis Quiroz.
Árbitros Asistentes FIFA: Andrés Tola, David Vacacela.
Árbitro Primera A: Henry Arizaga.
Árbitros Asistentes Primera A: Juan Cruz, Edwin Bravo.
Árbitro Primera B: Christian Arizaga.
Árbitro Asistente Primera B: Boris Sánchez.
Árbitra Segunda Categoría: Verónica Guazhambo.

 


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