Cuidado de las fuentes

Nicanor Merchán Luco

Las zonas del nacimiento o fuentes del agua de los ríos de la provincia del Azuay son realmente hermosas y solamente cuando una persona haya ido a estos lugares puede saber el encanto, la belleza que brinda la naturaleza y el cuidado que hay que brindarles. Entre otras se encuentra por ejemplo el ya conocido por todos los cuencanos El Parque Nacional Cajas con sus cientos de lagunas en donde nace el río Tomebamba, parque que requiere un cuidado mayor para que sobreviva. Otra área de extraordinaria belleza es la cuenca alta del río Machángara, un lugar más agreste, allí están la represa de Saymirín y Labrado de donde viene mas del 40 por ciento de agua para Cuenca. Area que también requiere un mayor cuidado que el actual.

La zona de soldados es otra área de asombroso encanto con sus cientos de hectáreas de pajonal, allí se emplazará la represa del Yanuncay, es un lugar que todos deberíamos conocer para maravillarnos y entender la vital importancia de cuidar estos páramos de recarga hídrica. Saliendo por San Joaquín hay que llegar a Soldados luego llegar a Can-Can, Pimo y Tangeo. Para iniciar con una extrema política de cuidado es necesario también dirigirse hacia Angas y Chaucha en donde se encuentra el escalofriante proyecto minero Rutas del Cobre, el que destrozará este bello encanto.

Tampoco se puede dejar de visitar Quimsacocha y las fuentes donde nace el río Tarqui, el que reclama a gritos un cuidado permanente, esos gélidos páramos tiene otro encanto, allá hay que llegar por Girón, San Gerardo y Chumblín. No se puede olvidar las fuentes de agua de El Silban camino a Oña. Dando un gigante brinco hay que llegar a la zona alta de la cordillera oriental sobre el Sígsig, Gualaceo y Paute en donde está la zona del El Moriré, en donde no existe una política de cuidado. Tampoco se puede olvidar los páramos de la laguna sagrada de Culebrillas sobre El Tambo. Los páramos de Ingapirca, los de Taday y Pindilig, importantes zonas de recarga hídrica que están “a la buena de Dios”. Estos deslumbrantes lugares de fuentes de agua, hay que cuidarlos. (O)