Buena iniciativa

Hugo Lucero Luzuriaga

De la reciente elección, una vez conocidos los resultados definitivos para asambleístas por el Azuay, es oportuno, además de las correspondientes felicitaciones, recordarles a los triunfadores el compromiso que tienen para con la provincia en el cumplimiento de las ofertas de campaña. Es justo y un deber retribuir la confianza depositada por el pueblo, que como el Azuay que ha sido históricamente relegada de los poderes centrales, por lo que es importante que se trabaje para la provincia, con el antecedente nada ejemplificador de que muchos ciudadanos cuencanos que sirvieron a este y a otros gobiernos en calidad de altos funcionarios poco o nada hicieron por su tierra.

Los problemas del Azuay no son pocos ni recientes tales como: pésima vialidad, falta de recursos económicos, inseguridad galopante y el  principal causante del retraso provincial el nefasto centralismo, por lo que creemos que es oportuno apoyar a una muy buena iniciativa emanada por parte del asambleísta recién elegido por el Azuay, Marcelo Cabrera, de organizarse los asambleístas de las provincias de Azuay, Cañar, Morona Santiago, y por qué no de Loja, El Oro y Zamora Chinchipe para integrar un “BLOQUE AUSTRAL”, con el objeto de trabajar por los intereses de un importante sector del país, históricamente  abandonado, anteponiendo la premisa que siendo las funciones del asambleísta legislar y fiscalizar, no quita el derecho y la obligación de trabajar por su terruño. En este tipo de propuestas se pone a prueba la capacidad de diálogo, organización y desprendimientos personales y partidistas en función del bien colectivo.

Siendo realistas, ojalá nos equivoquemos, que, en cualquier escenario de la nueva administración nacional, el Azuay y sus vecinas provincias seguirán siendo marginadas por los poderes centrales, por ello, es el momento oportuno de insistir en la citada iniciativa en defensa de los territorios y específicamente del Azuay, partiendo de los asertos que son tan ciertos como que: “una golondrina no hace verano”, y, “la unión hace la fuerza”. (O)