Los fieles católicos empiezan el periodo de Cuaresma

Este año, por la emergencia sanitara, la ceniza fue colocada en la cabeza de los creyentes católicos. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Que la economía mejore, que la salud no sea afectada, y que la pandemia finalice de una vez, fueron algunos de los pedidos de los feligreses que acudieron ayer a las iglesias de Cuenca para celebrar el primer día de la Cuaresma.

Con misas que no se alargaron más allá de la media hora, los sacerdotes recalcaron en los cultos la situación que vive el país por la emergencia sanitaria y la necesidad imperiosa que debería tener la población de cuidarse de un virus que todavía sigue.

Las primeras iglesias en recibir a los creyentes fueron la catedral de La Inmaculada y San Alfonso. Adultos mayores, personal de salud y familias enteras se situaron en las bancas marcadas para mantener el distanciamiento social.


Tras escuchar el culto, quienes asistieron a la iglesia de San Alfonso, se formaron para recibir la ceniza. En esta ocasión, la cruz no fue dibujada en la frente, ya que se quería evitar el contacto entre los sacerdotes y los creyentes. En vez de esa tradición, se regó el polvo negro sobre la cabeza.

En cambio, en la catedral de La Inmaculada, cuya misa fue presidida por monseñor Marcos Pérez, los miembros de la iglesia católica se acercaron a cada una de las personas que estaban sentadas en los bancos para esparcirles la ceniza.

Sugerencias


Antes de concluir con el acto religioso, Marcos Pérez se refirió al Miércoles de Ceniza como una celebración restringida por el COVID-19; no obstante, instó a los creyentes a mantener la fe que, según él, se ha avivado en medio de la pandemia.

“El año pasado empezamos la Cuaresma bien, pero la Semana Santa fue difícil. No debemos exagerar, pero no podemos olvidar nuestra vida cristiana”, dijo Pérez en su intervención.

El monseñor agregó que, de la misma manera en que se vivió este Miércoles de Ceniza, se vivirá la Semana Santa: con restricciones para evitar las aglomeraciones dentro de las iglesias del cantón. 
Ante ello, el prelado recomendó a las familias católicas que se informen de los horarios de atención de cada uno de los templos religiosos para que se turnen y asistan a los actos que se cumplirán en las próximas semanas por la Semana Santa.


Además, el arzobispo exhortó a la ciudadanía que cumpla con las medidas de bioseguridad que también han sido implementadas dentro de los templos: toma de la temperatura corporal, uso de alcohol y mascarilla, y cumplimiento del distanciamiento entre los asistentes.

“El llamado es a reflexionar y ponernos en la mano de Dios para que nos libere de tantas pandemias. Primero del coronavirus… y de las otras pandemias que azotan a Ecuador: la corrupción, la violencia, la mentira, la falta de transparencia”, dijo monseñor cuando culminó el culto. (I)