Es revancha o reivindicación

Roberto Vivar Reinoso

Pregunta obligada a los representantes de las listas 1-5 triunfadores en la primera ronda electoral, identificados con la “revolución ciudadana”, es cuál será su actitud frente a los coidearios procesados por la justicia, entre quienes se encuentran los exmandatarios Rafael Correa y Jorge Glass.

Tanto el presidenciable Andrés Arauz como la asambleísta más votada, Pierina Correa reiteran que no cabe perdón ni amnistía, porque ellos son inocentes y sólo existió odio y persecución política.

Eso sí, el exjefe de Estado residente en Bélgica mediante redes sociales, es duro al repetir “prohibido olvidar” a quienes les traicionaron, incluyendo los grandes medios de comunicación.

Reacción que viene repitiéndose en el continente, vista la regresión desde los regímenes neoliberales hacia la izquierda ideológico-programática.

Un ejemplo reciente y palpable es la prisión contra la expresidenta conservadora boliviana, Jeanine Añez Chávez, cinco de sus ministros y cuatro altos jefes militares y policiales, acusados de terrorismo, sedición, conspiración y golpe de Estado.

Fenómeno parecido vive Brasil, tras la anulación de los juicios y sentencias al exmandatario Luis Inacio Lula da Silva. Inmediatamente criticó al actual jefe del Ejecutivo, Jair Bolsonaro y el magistrado que le procesó, Sergio Moro, para quienes exigió sanción judicial y popular. Parte de la misma sería su postulación en los comicios del año entrante. Y el presidente argentino, Alberto Fernández afirmó en una entrevista: “yo no soy Lenin Moreno”, refiriéndose a los rumores sobre rompimiento con su binomio, Cristina Kirchner.

Según algunos esto es revancha; otros lo consideran reivindicación apoyada por la voluntad colectiva expresada en las urnas. Veremos cómo reacciona Ecuador para el balotaje de abril entrante.