Otros son los enemigos

Hernán Abad Rodas

Cuando una nación vive inmersa en la corrupción, la ignorancia, la demagogia, el populismo, el hambre y la miseria; ésta se muere, por más que se haya cambiado la constitución política, mucho peor si no ha existido consenso general al respecto; no resucita para narrar su enfermedad al mundo, para hablar de la ineficacia de los remedios sociales ya experimentados en épocas pasadas, que la llevaron a la tumba.

Por todas las dudas e incertidumbres que dejó esta primera vuelta electoral, considero que es hora de bajar las tensiones y dar paso a la búsqueda de la unidad nacional. Es el momento de dejar a un lado los intereses personales y partidistas, y buscar la unidad en aras del bien superior del país. Otros son los enemigos del Ecuador: la COVID, la pobreza, la situación económica y social, el desempleo, el totalitarismo que ha llevado al desastre a países como Venezuela.

Los sectores realmente democráticos deberían aliarse alrededor de la defensa de nuestro querido Ecuador, de las instituciones democráticas, ante la amenaza de volver al pasado, que tanto criticaron los que hoy intentan gobernar con dos objetivos repetidos públicamente: tomarse los ahorros de los ecuatorianos depositados en el sistema financiero, en el Banco Central, y revisar sentencias ejecutoriadas por corrupción.

Dirigentes y excandidatos que participaron en las últimas elecciones, unos con éxito, no tendrán porvenir sino meditan y actúan esta vez con sensatez y responsabilidad. No pueden hacer el juego al totalitarismo, más aún cuando muchos de ustedes fueron perseguidos y golpeados. Eso ya se vivió durante una década.

Otros enemigos nuestros son: los líderes populistas que emergen de las sombras de la nada, se consideran únicos e irremplazables, fabricantes   de verdades, dilapidadores del erario público, hacedores de enemigos, expertos en atolondrar con propaganda a los pueblos.

En segunda vuelta electoral, tenemos a un fiel apóstol del capo populista que se fue dejando como legado una grave crisis económica, política, social ética y moral; huyó cubierto con el tenebroso velo de la corrupción.

Compatriota, meditemos nuestro voto, está en juego el futuro de la patria. (O)