La elaboración de licor de agave o penco conocido como “Chaguarmishqui” lleva alrededor de cuatro décadas en el cantón Nabón. Familias viven de su producción, especialmente en comunas de la parroquia Cochapata.
El tequila ecuatoriano de Nabón, a diferencia de la industria del tequila mexicano, se lo trabaja de forma artesanal. Su producción identifica, entre otras cosas, a este cantón azuayo ubicado a unos 70 kilómetros de la ciudad de Cuenca.
Su producción no ha sido nada fácil para las familias Capelo y Suconota, propietarios de las marcas “Don Capelo” y “Don Isaac”, respectivamente. Dichas familias formaron microempresas y en la actualidad son las principales productoras del tequila de Nabón que se abre paso en los mercados nacionales y con miras a los internacionales.
“Trabajo desde 1983, soy uno de los pioneros en el destilado de la planta de agave para producir el “Chaguarmishqui”. Mi padre me dijo alguna vez que del mishqui (savia) del agave, en México hacían el tequila. Me quedó esa enseñanza de mi padre, y cuando tenía 25 años de edad realicé el primer destilado en mi comuna Ñamarín”. Esas fueron las palabras de Remigio Capelo, de 62 años de edad.
Capelo inició con cinco plantas de agave. Hoy trabaja con 35 proveedores de su comunidad y otros sectores del cantón que le entregan la materia prima (savia del penco). Cada proveedor tiene entre 40 y 50 plantas de agave.
Trabaja junto a su esposa y sus dos hijos produciendo anualmente cerca de 15 mil botellas de tequila de diferentes tamaños y costos que dependen especialmente del concentrado. Su producto se expende en licorerías sobre todo de Nabón y Cuenca.
José Suconota tenía 32 años de edad cuando vio en la planta de agave la oportunidad para iniciar un emprendimiento familiar.
Él -que hoy tiene 42 años y reside en la comuna El Rodeo- conoció del oficio de manos de Isaac Sanmartín, un emprendedor que trabajó hasta el 2010 en la elaboración del licor de agave y quien tuvo que retirarse por cuestiones de salud.
En honor a este importante agricultor de Nabón, que le ayudó a perfeccionar sus técnicas para el destilado del penco, le puso el nombre de licor “Don Isaac”.
“Ha sido durísimo posicionar la marca (…) me ha tocado noches en vela, viajes en los que a veces no se ha vendido y solo se ha hecho conocer la marca. Pero bueno, todo tiene su recompensa; hoy estamos con miras de exportar a un país muy lejano”, comentó Suconota, quien también tiene entre sus clientes a los familiares de migrantes que envían el tequila de Nabón hacia los Estados Unidos (EE.UU.).
Los dos emprendedores pertenecen a una asociación de productores de penco integrada por alrededor de diez personas más, quienes aprovechan las bondades de los terrenos y del clima del cantón para cultivar las plantas de agave y generar los derivados; con ello obtienen recursos económicos. (BPR)-(I)
Apoyo a emprendedores
El Municipio de Nabón para reactivar la economía local golpeada por la emergencia sanitaria del COVID-19 lleva adelante algunas estrategias para mejorar la producción en el campo y la comercialización.
En ese sentido, el pasado martes se efectuó un evento en el Hotel Zahir, de la ciudad de Cuenca, para presentar la variedad de licores de las marcas “Don Capelo” y “Don Isaac”.
En el evento se presentó un nuevo cóctel denominado “El Leñador” de exclusividad del hotel. La bebida combina los tequilas de Nabón con frutillas cultivadas en la localidad.
De acuerdo con Patricio Maldonado, alcalde de Nabón, se busca promocionar las marcas de tequila que elaboran sus productores para posicionarlas en los mercados de otras ciudades. “El trabajo de las familias Capelo y Suconota viene desde hace mucho tiempo, pero sentimos la obligación de apoyarlos con la búsqueda de alternativas y espacios”, afirmó. (I)
DETALLE
Las autoridades de Nabón buscan una hermandad con los municipios mexicanos, cuyos habitantes se dedican a la producción industrial del tequila. Se promueve el intercambio de conocimientos.
