Las pírricas pensiones jubilares

Luis Muñoz Muñoz

Luis Muñoz

Las pensiones de los jubilados, por vejez, invalidez, discapacidad, viudez, y por riesgos de trabajo, hasta antes del 2020, son pírricas, y no les alcanza para poder subsistir dignamente, por lo que es urgente reformarlas tomando en cuenta a todos aquellos que ganan menos de mil dólares, llegar hasta ese «suelo», para paliar la crisis de nuestros mayores. No es Justo que nos encontremos con pensiones, que no van más allá doscientos dólares, cuyo monto no alcanza para solucionar el pago de los servicios básicos, alquiler de vivienda, pagos de luz y agua potable, sin contar con la adquisición de medicación que son inevitables, ya que el IEES, no cuenta con medicinas específicas para las diversas enfermedades de los ancianos. El envejecimiento poblacional es uno de los fenómenos de mayor impacto de nuestra época lo que ocasiona un aumento de personas de 65 años y más años de edad incrementando los índices de enfermedades crónicos- degenerativas e incapacidades. En nuestro país existen registrados hasta el 2017, un total de 16´325.000 habitantes de los cuales el 10 % corresponde a personas mayores a 60 años, esto quiere decir que tenemos una población de 1´662.500 personas adultas mayores. Que según estudios del INEC entre en el año de 2018 y 2030, se prevé que exista un veloz incremento en la población adulta mayor. Ante esta realidad,  es necesario garantizar que la población adulta mayor pueda envejecer con seguridad y dignidad, y aquello se logra dotándoles de un sueldo jubilar digno,  para que nos se conviertan en «adultos mayores mendigos», o que tengan que depender de  la caridad pública y alimentarse una vez al día, resignándose a morir  en la más extrema pobreza. Sigamos el ejemplo de los jubilados de Francia, que se manifestaron en las calles y sufrieron represión y muerte, pero alcanzaron sus objetivos y hoy tiene un sueldo digno.  Los dirigentes locales y nacionales de los jubilados, no quieren meter las manos al fuego por este tema, a sabiendas que están en la obligación ineludible, de organizar la lucha de todos los jubilados que ganan por debajo de los mil dólares, para en las calles exigir las reformas y alcanzar el objetivo de elevar el sueldo de los jubilados, a quien los llamo el Presidente Lenín Moreno «nuestros viejitos», pero que no impulso una reforma en este sentido. Nuestros mayores no quieren lisonjas sino hechos concretos. Es preciso empezar esta jornada de lucha, por la reivindicación de un sueldo digno para los jubilados que ganan menos de mil dólares, todo lo demás que se diga sobre esta clase son espejismos. Cada día vemos morir en la más infinita miseria a quienes dieron todo en beneficio del País. Es preciso hacer conocer ésta realidad al señor Guillermo Lasso, para que como nuevo mandatario del País, atienda el clamor de miles de jubilados  que se debaten entre  el hambre y la miseria. (O)