Limpieza para todos

Nicanor Merchán Luco

OPINIÓN | En el fin de semana, en los días de encierro, desde muy en la mañana tuve que salir a cubrir una información y pude constatar que los carros de limpieza de la EMAC estaban trabajando por todas partes; realmente un eficiente trabajo. Como he dicho en algunas ocasiones son los héroes de la pandemia, no han faltado ni un solo día, han trabajado con toda humildad tanto como los médicos y la policía. Un viejo dicho dice que: “una ciudad limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia” y para tener una ciudad limpia es fundamental la educación en todos los niveles.

En las ciudades pequeñas y grandes, el aspecto de la limpieza es de vital importancia y de mucha complejidad, puesto que, los desechos diarios que se acumulan día a día en grandes cantidades y que se bota a la orilla de las quebradas o de los ríos es un desafío para todos los municipios, pero que, también, debe ser asumida la tarea por todos los ciudadanos para contribuir con la limpieza. Eso de “sea culto, bote la basura a la calle” es una verdadera aberración, pues, no basta con esperar que pasen los carros recolectores, sino que hay que cooperar para no ensuciar la ciudad.

A Cuenca se la ve limpia. Todos sus barrios son atendidos por la EMAC; su directora la ingeniera Dora Ordóñez hace todos los esfuerzos para trabajar sábados, domingos, de mañana, en la noche, en pandemia o sin ella, a pesar de que nosotros poco hacemos para contribuir con la limpieza. Basta con comprobar cómo queda un parque luego de finalizar algún acto social o cultural, para comprender cuánto se ensucia y basta con ver que luego de una o dos horas ese mismo lugar está completamente limpio, porque llegó un ejército de trabajadores de limpieza. Renovadas felicitaciones a quienes trabajan por nuestro bienestar. (O)