Alerta por los ríos

La fuerza del invierno deja al descubierto varios aspectos que merecen ser tomados en cuenta por la población y las autoridades.

La crecida del río Tarqui, la más alta de los últimos 25 o 30 años, según expertos en hidrología sería consecuencia, en parte, por la destrucción de la vegetación debido a actividades agropecuarias. También por intervenciones antitécnicas en ríos y quebradas, más la ampliación de la frontera agrícola, sobre todo en los páramos, convertidos en zonas de pastos.

Haber incrementado su caudal de entre 4 y 5 metros cúbicos por segundo a 328 metros cúbicos por segundo, confirma por sí solo tales apreciaciones.

La feroz crecida inundó amplias zonas ganaderas y agrícolas en Portete Tarqui y Zhucay, al igual que barrios del sur de Cuenca.

La correspondiente evaluación revelará la magnitud de los daños, que también involucran viviendas de toda magnitud, a cierta infraestructura vial, y a varias familias que fueron evacuadas.

Los técnicos hablan de un potencial “retorno” del fenómeno climático, es decir su repetición en determinado lapso, un comportamiento típico de la naturaleza en el ámbito hidrológico.

Precisamente para eso está la prevención, a fin de evitar que los daños sean mayores; y que las acciones que comprometan a las cuencas hidrográficas sean planificadas, con rigurosidad técnica, sobre todo respetando a la madre naturaleza.

No es un contrasentido, pero cómo entender, por ejemplo, la oposición a la construcción de la central hidroeléctrica en el sector Soldados, cuya represa, según técnicos de Elecaustro, permitirá regular el caudal del Yanuncay, cuyas crecidas también  suelen ser destructivas.

Ya es hora que esta obra pase de la teoría a la práctica; pues la información ha sido ampliamente difundida entre las comunidades comprometidas en el área a intervenirse, incluyendo los impactos socio-económicos y ambientales.

Los ríos son parte de entorno paisajístico de Cuenca. Le garantizan agua para potabilizarla. Pero también pueden ser un problema sino se toman acciones integrales que permitan la correcta interrelación hombre-naturaleza.