Pilotos cuencanos cumplieron un sueño

Casi 15 horas les tomó volar a Cuenca desde Miami a dos pilotos cuencanos.

Dos pilotos oriundos de Cuenca cumplieron un sueño: volaron en una avioneta tipo Cessna 206 Stationair, desde Miami, en los Estados Unidos (EE.UU.), hasta el aeropuerto Mariscal La Mar, en Cuenca.

Son Alfredo Cordero, de 69 años, y Gregory Cordero, de 28, quien es su sobrino. Aterrizaron la tarde de este sábado en la terminal aérea cuencana, donde los esperaban algunos familiares y amigos.

Luego de salir de EE.UU., los cuencanos primero llegaron a Jamaica, de allí fueron a Panamá, después pasaron a Esmeraldas, continuaron a Guayaquil y finalmente arribaron a Cuenca. Les tomó cerca de 15 horas.

María Isabel Calle y Gregorio Cordero, son los padres de Gregory, quien vive en el país del norte desde que tiene seis años. Ellos también residen en ese país.

Travesía

Gregorio es hermano de Alejandro, quien se radicó en EE.UU., desde los 18 años. Es piloto privado y dueño de la pequeña aeronave en la que cumplieron la travesía.

María Isabel, la madre de Gregory, contó que su hijo desde niño quería ser piloto. Antes de cumplir la mayoría de edad lo consiguió y actualmente trabaja para American Airlines, en EE.UU.

“Desde niño su tío lo llevaba a volar, hicieron varios viajes y prácticamente con él dio los primeros pasos para ser piloto. Ahora ambos han cumplido esta meta de votar hasta Cuenca…”, mencionó.

La profesión de pilotos la llevan en la sangre, pues su tío abuelo fue Ernesto Muñoz, un reconocido aviador cuencano, quien lamentablemente falleció en un accidente aviatorio.

Avioneta

La avioneta (Piston Single) en la que cumplieron la travesía se quedará en Cuenca, pues ya fue vendida en esta ciudad. Los compatriotas tienen previsto retornar a los EE.UU., el próximo mes.

Gregory contó que una buena parte del vuelo lo hicieron sobre el mar y que no se les presentó ninguna eventualidad, salvo en Panamá donde tuvieron un despegue tardío por las condiciones del clima.

“Era el sueño de mi tío desde hace años volar a su ciudad y ahora lo logró…”, dijo el joven piloto cuencano, quien detalló asimismo que la capacidad de la aeronave en la que viajaron es para seis personas.

Esta avioneta es parte de una familia de aviones de aviación general de monomotores, con tren de aterrizaje fijo, utilizados en el servicio aéreo comercial y también para uso personal.

La historia de Alfredo y Gregory, y sus familias, es la muestra del esfuerzo de muchos compatriotas que han migrado en busca de mejores días para los suyos, y que aportan desde fuera para el desarrollo del país. (CSM)-(I)