Descentralización y democratización

Análisis político Marco Salamea Córdova

A pesar de que la Constitución actual de Ecuador tiende al fortalecer el poder de los Gobiernos locales, llamándolos incluso “Gobiernos Autónomos Descentralizados” (GAD), los Gobiernos anteriores fortalecieron más bien la centralización del poder estatal en manos del Gobierno Central. Habrá que ver el nuevo Gobierno de Lasso en qué dirección se mueve en este tema

A este respecto, queremos resaltar la importancia que la descentralización del Estado tiene para el fortalecimiento de la democracia en una sociedad.

 Si en un Estado centralizado las instancias del poder político asoman concentrados espacialmente, y alejados de los ciudadanos comunes y corrientes; en el marco de un fortalecimiento de los Gobiernos seccionales y locales, las instancias de dicho poder asoman desconcentradas territorialmente y, sobre todo, más cercanas a los ciudadanos; con lo que las posibilidades ir de una democracia representativa a una más participativa son mayores.

En este sentido, la constitución de Gobiernos seccionales y locales fuertes inicia el proceso de “pluralización de los escenarios públicos” permanentes para el procesamiento de los problemas, iniciativas, demandas, conflictos, concertaciones y decisiones del país.

La posibilidad, entonces, de contar con un régimen democrático mucho más saludable y estable puede materializarse con gobiernos locales fortalecidos, que abran los espacios para que los individuos-ciudadanos y las diferentes agrupaciones sociales participen en las áreas de planificación, gestión, control y fiscalización de las diferentes obras y actividades del Gobierno local. Además, con esto, se daría también un debilitamiento de las relaciones típicamente clientelares, amén del ejercicio vertical o caciquista del poder que suele caracterizar la gestión de los Gobiernos locales.

Adicionalmente, la descentralización del Estado se vincula a la democracia en el sentido de que permitiría construir un Estado que refleje y represente la diversidad del país; pues al fortalecer el espacio de lo local se fortalece precisamente el lugar donde se explicitará y revalorizará esa diversidad.

Finalmente, la descentralización debe ser un instrumento para la superación de las desigualdades entre regiones, provincias y cantones. (O)