Vacunas

Marco Antonio Piedra Aguilera Twitter:@mpiedra0768

Y así como llegó, esperamos y anhelamos que el fantasma invisible disfrazado con el nombre de virus desaparezca de una vez por todas de nuestro entorno; es alentador el escuchar las noticias mundiales y saber que existen ciertas ciudades que ya comienzan a recuperar el dinamismo y la actividad que algún día hubo en dichos lugares. Nosotros, los ecuatorianos, hemos depositado nuestra confianza y vemos con mucha esperanza las medidas que han sido anunciadas por el nuevo equipo de gobierno nacional; saber que existen negociaciones con las firmas farmacéuticas y que en el corto plazo este espectro impalpable no será otra cosa más que un triste y nefasto recuerdo, nos inunda de ilusión y esperanza.

Es muy agradable y motivante, sin dejar de lado el miedo y la preocupación de lanzarnos a una nueva exposición pública, el conocer que existen autorizaciones para programas de retorno paulatino a clases, para que se realicen ceremonias piloto de incorporación de bachilleres colegiales, y de esta manera, permitirnos la reconstrucción de nuestra vida colectiva con confianza y determinación.

Jamás podremos olvidar las miles de horas desperdiciadas en los juegos infantiles de los parques públicos, las historias que se dejaron de escribir en los pasillos universitarios, los gritos y exposición de exceso de energía en un patio a la hora del recreo de algún centro educativo, o de la energía infinita recibida en un abrazo profundo con algún ser especial.

Hoy no tenemos más otra vía más que la de mirar con nuevos ojos a todas esas pequeñas cosas simples, pero que tanta falta nos hicieron en este receso obligatorio. (O)